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“Los besos de mi papá son los mejores, aunque a veces pinchan”. Foto: Tomada del muro en Facebook de Joel García.
No es la magia de un día, sino de años. No es pasar o dar dinero cuando se pide, sino cada vez que se necesite. No es dar una nalgadita y luego golpear tu mano, sino educar con tu ejemplo y con esas mismas manos de trabajo y dedicación. No es solo darle besos y abrazos a todas horas, sino poderte robar esta frase al amanecer: “los besos de mi papá son los mejores, aunque a veces pinchan”.
No es el recuerdo más tierno, la llamada a la puerta o su corazón partido en mil pedazos lo que más nos lleva hoy a regalarle un pensamiento cuando físicamente puede habernos abandonado. Ha