Más del 48 % de los beneficiarios del programa de comedores sociales —Sistema de Atención a la Familia (SAF)— se han dado de baja desde el inicio de la Tarea Ordenamiento (enero de 2021), según reconoció Betsy Díaz Velázquez, ministra del Comercio Interior (Mincin).
Durante una comparecencia en el espacio televisivo Mesa Redonda el 23 de mayo de 2024, la funcionaria admitió que hasta 2020 el precio del menú en el SAF era de 1 CUP, pero que el aumento a 26 CUP diarios para almuerzo y cena determinó de forma negativa la permanencia de casi la mitad de los afiliados.
Sin contar con mayores datos, la disminución en el número de usuarios pudo tener incidencia directa en uno de los sectores más desfavorecidos de la población cubana y quizá el más afectado por la Tarea Ordenamiento, los jubilados y pensionados.
Al comenzar la unificación monetaria y cambiaria, el sector representaba el 47.5 % de los inscritos en el SAF. La falta de datos oficiales objetivos en relación con la pobreza en el país ha sido una de las quejas fundamentales de analistas e investigadores cubanos. No obstante, la caída dramática en el número de beneficiarios de un programa asistencialista como el SAF es un indicativo claro de la profundización de la pobreza en Cuba, porque más allá de la falta de información, es difícil negar que los «asistenciados» son «pobres» en tanto requieren del apoyo estatal para sobrevivir.
El reconocimiento oficial de que la mitad de los «pobres» beneficiados con el SAF no pudieron sostener su vinculación con el programa después de la subida de los precios, puede ser un indicio de que después de la Tarea Ordenamiento, al menos la mitad de los «pobres» cubanos lo fueron mucho más.
La conclusión es incluso menos discutible al analizar las declaraciones de las autoridades cubanas que aseguran que incluso los nuevos precios del SAF son subsidiados. Lo anterior demuestra que los sectores profundamente empobrecidos ni siquiera se encuentran en condiciones de asumir precios intervenidos por el Estado.
Si se tiene en cuenta el valor de la pensión mínima (1 500 CUP), el monto mensual a paga