¿Qué porciento de los delitos denunciados con rasgos de violencia corresponden a agresiones sexuales en Cuba? Según fuentes oficiales, solamente el 3 %.
Lo hizo saber el coronel Idael Fumero Valdés, jefe de Información y Análisis de la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI) del Ministerio del Interior, y Beatriz de la Peña La O, jefa del Departamento de Investigación de la Dirección de Procesos Penales de la Fiscalía General de la República, el pasado 13 de marzo de 2024 durante el programa Hacemos Cuba. Una emisión dedicada a tratar la percepción social de la escalada de la violencia en la isla.
Como parte de su intervención, De la Peña aseguró que los asesinatos, los homicidios, las lesiones, los robos con violencia y las agresiones sexual no han sufrido un «aumento» en el país. Según la jurista, el sentir de la población en lo que se refiere al presunto incremento de los hechos delictivos se debe a que durante los meses de confinamiento por la COVID-19 transgresiones de este tipo se encontraban en su «mínima expresión».
«El país, prácticamente [estaba] paralizado, [lo que] condujo a que existiera una contracción en las modalidades delictivas», agregó Fumero.
El análisis desarrollado por ambos funcionarios en Hacemos Cuba ha sido una de las pocas veces que representantes del oficialismo han abordado en términos numéricos y comparativos la violencia sexual en el país. Sin embargo, las cifras y afirmaciones de ambos son engañosas y muestran varios sesgos.
Agresiones sexuales en Cuba
«En Cuba, el 3 % de los delitos con rasgos de violencia son agresiones sexuales». La cifra que presentó el coronel Fumero Valdés es una estadística cuestionable. Sobre todo, por la imposibilidad de verificarla.
Lo único que reveló el funcionario del DTI sobre la procedencia del dato fue que corresponde a los delitos que son denunciados y procesados en la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y en la Fiscalía General de la República. La cifra no se encontró en registro público alguno.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2013 indicó que solo el 5 % de las víctimas adultas de violencia sexual notifican a la Policía. En contextos como el mexicano, por ejemplo, solo uno de cada diez crímenes sexuales llega a denunciarse. Así lo indica la trabajadora social e investigadora mexicana Andrea Xochitl López Valdez. Las causas son muchas, la falta de información —el desconocimiento de la legislación—, el temor de las sobrevivientes de ser culpadas por los hechos, el miedo a represalias, la vergüenza y la falta de acceso de acompañamiento jurídico y psicológico.
La Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género (ENIG-2016) —última investigación de su tipo en la isla— mostró que solo el 3.7 % de las mujeres cubanas (entre 15 y 75 años) acuden a las instituciones en busca de ayuda tras verse en situaciones de violencia machista. Un porcentaje menor que la cifra global.
«En Cuba, por ejemplo, no ha habido un debate sobre las violaciones dentro del matrimonio o dentro de la pareja. Pues muchas mujeres no entenderán que eso es una agresión sexual y no establecerán un proceso de denuncia ni pública ni ante la justicia», explica MeToo Cuba —proyecto autogestionado por mujeres y personas LGBTIQ+ víctimas, sobrevivientes y denunciantes de violencia sexual en la isla— en conversación con elTOQUE.
El «3 %» que aseguró Idael Fumero, por tanto, se convierte en una aproximación, un subregistro de incidencias. Lo anterior, demuestra la ausencia del enfoque de género en el análisis de la seguridad ciudadana y la necesidad urgente de contar con una metodología que considere los casos que no son denunciados —sea por el descrédito de las instituciones y sus estructuras, la faltas de redes de apoyo o la invisibilización de las violencias—.
La revictimización es un problema identificado en la mayoría de los procesos de denuncia y búsqueda de reparación de las mujeres afectadas por la violencia machista. A la escasa orientación y poca transparencia durante los procesos, se suman las demoras y malas prácticas de los funcionarios. Varias sobrevivientes han hablado sobre la falta de herramientas de la PNR para atender las violencias machistas. Es habitual que cuestionen a quien realiza la denuncia, muestren actitudes enjuiciadoras o incluso decidan no recepcionar la denuncia.
En diciembre de 2021, el medio independiente El Estornudo publicó el artículo «Cinco denuncias de abuso sexual contra Fernando Bécquer», que inició un nuevo Me Too cubano —el cual tuvo de antecedente las denuncias de La Diosa contra José Luis «El Tosco» Cortés en 2019—. En su momento, Claudia Expósito, una de las primeras denunciantes, decidió no presentar el caso ante la ley.
«No quería enfrentarme a la