A las madres cubanas que luchan por alimentar a sus hijos, a los familiares de los presos, a los que lloran la emigración, sufren la violencia y el robo y a quienes soportan tantas carencias materiales y espirituales dedicó este domingo su oración el monseñor Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba.
“Envía tu Espíritu Santo para que todos los cubanos, con las potencialidades que nuestro pueblo tiene, aprendamos a vivir en armonía, en un solo corazón y una sola alma, con diferentes maneras de pensar, y, juntos, encontrar soluciones que nos conduzcan a nacer en paz, a trabajar en paz, a comer en paz, a morir en paz”, pidió el religioso a la Virgen de la Caridad del Cobre.
García Ibáñez también incluyó a todas esas personas que “no se cansan de buscar medicinas para sus enfermos” y a los “trabajadores que intentan brindar a sus seres queridos una casa digna”. “Ayúdanos a sentir el consuelo y la fortaleza en estos tiempos tan difíciles”, comentó.
Se trata de una plegaria que los obispos cubanos realizan desde el pasado 21 de abril, tras la celebración del cuarto domingo de Pascua.
“Ahí no falta nada y no falta nadie, porque es así y lo estamos viviendo día a día, minuto a minuto, segundo a segundo”, explicó a Martí Noticias el padre José Conrado Rodríguez, párroco de San Francisco de Paula, en Trinidad.
“Es una vida muy agobiada, muy agobiante, pero precisamente esa situación tan dramática, tan extrema, requiere de un compromiso de fe, de un espíritu de oración, de un