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Hace aproximadamente un mes, cuando conversamos acerca de los ciclones que “se adelantan” en mayo, mencionamos a uno de los últimos que nos visitó en ese mes: la tormenta subtropical Alberto.
En la próxima entrega nos acercaremos a los ciclones subtropicales, parientes cercanos de los tropicales, pero con sus diferencias, ya que hoy nos referiremos a otro tema relacionado con este sistema, precisamente.
En algunos sitios web, en los días previos al comienzo de la temporada ciclónica y en medio del alboroto generado por los pronósticos que indicaban que esta sería muy activa, comenzaron a difundirse informaciones sobre la formación del huracán Alberto y las zonas amenazadas. La mayor parte de estos reportes se centraban en México, refiriendo en ellos hasta los estados con mayor probabilidad de afectación por este organismo. Una información falsa, pero que ha renacido en estos días, probablemente por el incremento de las lluvias en el mar Caribe, a tal punto que el servicio meteorológico mexicano ha tenido que desmentir dichas publicaciones. Aunque se originan en algo real y verídico, la primera tormenta tropical que se forme se llamará Alberto y es probable que esto ocurra en mar Caribe o en el golfo de México.
Lo primero parte de la lista de nombres a ser utilizada en esta temporada y lo segundo de las áreas en que normalmente se forman los ciclones en el primer mes de la temporada, algo de lo que ya conversamos.
A pesar de que se mantienen los pronósticos de una temporada con gran actividad ciclónica, en el día de ayer el Dr. Philip Klotzbach de la Universidad de Colorado (@philklotzbach) y líder del equipo de ese centro que realiza el pronóstico estacional de huracanes señalaba en su cuenta en X: “La NOAA no espera actividad ciclónica en el Atlántico o en el Pacífico nororiental (hasta los 180° W) en los próximos 7 días. Hemos tenido cero tormentas el hemisferio oeste hasta ahora en 2024. Solo en dos veces desde 1970 (en 1994 y 2009) el hemisferio oeste ha tenido cero tormentas nombradas (con vientos iguales o superiores a 63 km/h) hasta el 17 de junio”.
Por lo que aun siendo esta una temporada que se espera muy activa, el comenzar ha sido uno de los más tranquilos en los últimos 50 años, de no formarse ningún organismo antes del 17 de este mes.
Albertos
Es curioso que este nombre lo recuerden dos generaciones diferentes de cubanos, aquellos que lo vivieron en 1982, como tormenta tropical (y luego huracán) y los que vieron su regreso esta vez como tormenta subtropical, en ambos casos con grandes inundaciones por sus lluvias.
Sin embargo, no son las únicas ocasiones en que se ha usado, ni que ha estado amenazando a Cuba. El nombre Alberto forma parte de las lista rotativas de nombres que se comenzaron a utilizar en 1979, las cuales constan de 6 listados, por lo que cada 6 años esta se repite, eliminando solo aquellos que han causado grandes daños. Es uno de los “nombres originales”, que desde que se pusieron en práctica, nunca ha sido sustituido. Otra curiosidad de esa lista que fue utilizada por primera vez en 1982, es la que más nombres originales mantiene, ya que solo han sido sustituidos 6 de ellos.
La primera vez que se utilizó Alberto fue en 1982, en que abrió lamentablemente esa temporada provocando inundaciones de gran magnitud en las provincias más occidentales de Cuba. Si usted hace un simple cálculo desde ese año hasta el actual han pasado 42 años, por lo que ya ha sido usado en otras 7 ocasiones y este año será la octava. Como es la primera letra del alfabeto y por tanto el primer nombre a utilizar, ha habido “Albertos” en 1988, 1994, 2000, 2006, 2012 y el más reciente 2018. En el siguiente mapa podemos ver en dónde es que estos se han formado.
Vamos a conversar sobre algunos detalles que llaman la atención. Primerame