El papa Francisco lamentó el viernes “el odio que siembra en las generaciones futuras” la guerra entre Hamás e Israel en Gaza y pidió de nuevo un alto al fuego, la liberación de los rehenes y ayuda humanitaria para los palestinos.
“Todo este sufrimiento […] las violencias que esta [guerra] desencadena y el odio que siembra también en las generaciones futuras deberían convencernos de que toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado”, declaró el Sumo Pontífice.
El jefe de la iglesia católica convocó ayer viernes a los embajadores israelí y palestino a los Jardines Vaticanos para pedir por el fin de la guerra en Gaza, que entra en su octavo mes de vigencia con el saldo de hasta la fecha 36 mil 731 muertos, en su mayoría civiles, según el último balance del ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
El gesto de Francisco tuvo como motivación el décimo aniversario de la invocación por la paz en Tierra Santa, celebrada en su día por el ex presidente israelí Shimon Peres y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
“Pienso en la urgencia de que desde los escombros de Gaza se tome por fin la decisión de detener las armas y, por ello, pido un alto al fuego. Pienso en los familiares y rehenes israelíes y pido que sean liberados lo antes posible. Pienso en la población palestina y pido que esté protegida y reciba toda la ayuda humanitaria necesaria”, reiteró Francisco.
El papa, de 87 años, pidió que todo el mundo trabaje y se comprometa “para que se alcance una paz duradera, donde el Estado de Palestina y el Estado de Israel puedan vivir uno al lado del otro derribando los muros de la enemistad y del odio”.
Bombardeos sin pausa
Israel bombardeó este viernes varios puntos de la Franja de Gaza, entre ellos un campo de refugiados, al iniciarse el noveno mes de guerra.
El ejército israelí volvió a atacar este jueves otra escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRW