El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el martes que los nuevos límites a la migración indocumentada hacia Estados Unidos ayudarán a “asegurar” la frontera entre Estados Unidos y México, al tiempo que presentaba medidas que cierran temporalmente la frontera a los solicitantes de asilo cuando aumentan los cruces.
“Hoy, estoy dejando atrás la obstrucción republicana y utilizando la autoridad ejecutiva de que dispongo como presidente para hacer lo que pueda por mi cuenta para abordar el problema de la frontera. Francamente, hubiera preferido abordar este tema a través de una legislación bipartidista, porque es la única manera de arreglar el tipo de sistema que tenemos ahora y que está roto”, dijo en una conferencia de prensa.
“Los migrantes no podrán recibir asilo en nuestra frontera sur a menos que lo soliciten después de ingresar (al país) a través de un proceso legal establecido”, concertando una cita (en la aplicación CBP One) y acudiendo a un puerto de entrada, explicó el mandatario.
“Esta prohibición permanecerá activa hasta que el número de personas que intentan ingresar ilegalmente se reduzca a un nivel que nuestro sistema pueda gestionar de manera efectiva”, aclaró.
En una nota explicativa la Casa Blanca explicó que Biden emitió la proclamación en virtud de las secciones 212(f) y 215(a) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad por la que se suspende la entrada de extranjeros que crucen ilegalmente la frontera sur de los Estados Unidos. “Esta proclamación va acompañada de una norma final provisional de los Departamentos de Justicia y Seguridad Interior que restringe el asilo para estos extranjeros”.
“Estas medidas entrarán en vigor cuando la frontera sur se vea desbordada y les facilitarán a los funcionarios de inmigración la rápida expulsión de las personas que no tengan un fundamento legal para permane