Las hermanas palestinas Samar y Sahar lloran mientras buscan a su madre Amira entre los escombros de su casa luego de un ataque israelí en Jan Yunis, sur de la Franja de Gaza, el lunes 3 de junio de 2024. Foto: Reuters.
La cifra de muertos por los bombardeos y ataques israelíes en Gaza ascendió a 36 479 este lunes, luego de la muerte de al menos 40 personas en las últimas 24 horas, informaron autoridades sanitarias de la Franja, que también elevaron a 82 777 el número de heridos desde que comenzó la escalada militar israelí en octubre pasado.
Al saldo en víctimas humanas se suman los obstáculos impuestos por Israel para el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja, la hambruna que sufren los gazatíes y, según datos de la ONU, la cifra de 137 000 edificios destruidos o severamente dañados desde el inicio de la ofensiva, equivalentes al 55% de las estructuras de Gaza y que incluyen viviendas, hospitales y escuelas.
Mientras continúan las masacres y empeora la crisis humanitaria en el enclave palestino, este lunes se intensificaron las dudas sobre el logro de una tregua entre Israel y el movimiento Hamás.
El viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reveló un plan israelí de tres fases que pondría un punto final al conflicto, liberaría a todos los rehenes y conduciría a la reconstrucción del devastado territorio palestino sin que Hamás, que lo gobierna desde 2007, esté en el poder.
Sin embargo, el Gobierno de Benjamín Netanyahu advirtió sobre ciertos matices en la interpretación de la Casa Blanca.
La oficina del primer ministro israelí insistió en que Israel seguirá con su ofensiva hasta alcanzar “todos sus objetivos”.
Los bombardeos y los combates no dan tregua en Gaza, donde la mayoría de sus 2.4 millones de habitantes han sido desplazados continuamente y donde las organizaciones humanitarias advierten hace semanas sobre el riesgo de hambruna.
Al menos 19 personas murieron en bombardeos durante la madrugada en el asediado territorio, según los hospitales. En las últimas semanas, Israel centró sus operaciones en la ciudad de Ráfah, en el extremo sur de la Franja, donde se refugiaban unos 1.4 millones de palestinos desplazados por los ataques israelíes en el norte, muchos de los cuales han tenido que volver a huir.
En Israel, Netanyahu, al frente de un frágil Gobierno de coalición que suele ser descrito como el más derechista de la historia del país, enfrenta crecientes presiones. Familiares de los rehenes se han manifestado masivamente a favor de una tregua, pero los aliados de extrema derecha de Netanyahu amenazan con dinamitar el Gobierno si se lleva a cabo.