Por Juan Palop
“En los momentos difíciles creo que el arte es aún más necesario, imprescindible”, asegura en una entrevista a EFE el cantautor cubano Silvio Rodríguez, que el viernes próximo lanza su nuevo trabajo, el vigésimo segundo de su carrera, Quería saber.
Este icono de la nueva trova y uno de sus pocos integrantes en activo, responde por escrito que este nuevo disco es una mezcla de temáticas, momentos y géneros, defiende los “matices” y la tolerancia, y apela a la esperanza en tiempos de crisis como los actuales en la isla.
El álbum, el primero en tres años, es una colección de once temas compuestos entre 2015 y 2019 donde se combinan letras intimistas y sociales, canciones ricamente instrumentadas y otras reducidas a su esencia mínima, todas con el sello inconfundible de la voz y la poética de Silvio.
“Quería saber es la continuidad de que dispongo; las canciones que preferí juntar en esta ocasión”, resume este cantautor de 78 años.
Sobresale entre ellas “Para no botar el sofá, un tema con el subtítulo de “canción editorial”, publicada en texto en 2016 e interpretada en directo posteriormente, y que ahora ha sido recogida en un trabajo de estudio.
Llama la atención por denunciar la migración “en masa”, “las hogueras de la homofobia”, los “vicios y dogmas” y la censura de medios y artistas, todo “en el parto de una era que se alargaba”.
“Me refiero a cosas que nos traban, que nos entorpecen, que en vez de liberarnos nos atan, nos complican. Algunas fueron culturas heredadas, como el machismo y la homofobia. Otras han sido sacralizaciones absurdas de un sistema de pensamiento que comenzó un alemán cuya divisa, según él mismo, era dudar de todo”, explica.
Ro