El Gobierno de Cienfuegos estableció un máximo de precios para la venta liberada de productos agropecuarios en un intento por atajar el desenfrenado costo de los alimentos en medio de la crisis económica, política y social en el país.
La adopción de la medida, que será efectiva el 1 de junio, ocurre luego de que cienfuegueros de diferentes municipios salieran a las calles a reclamar el fin de los apagones y mejores condiciones de vida.
“Es una medida de índole política que busca apaciguar los ánimos de personas que están siendo afectados, ya no solo por el tema energético, sino en muchos otros haberes de la vida”, indicó el periodista independiente cienfueguero Alejandro Tur Valladares en conversación con Martí Noticias.
“Desde el punto de vista de su efectividad, en el pasado se han aplicado políticas similares y todas han redundado en el fracaso. Esto está dado porque en un contexto inflacionario, de baja productividad, cuando usted topa precios, lo único que genera es mayor escasez”, apuntó.
El tope de precios no es un fenómeno nuevo en Cuba. Cada cierto tiempo las autoridades emiten directivas para intentar frenar el aumento de los precios de los alimentos y otros servicios, una estrategia que han criticado los espe