No existen las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas para combatir el virus de la fiebre de Oropouche (OROV) en Songo la Maya, en la provincia de Santiago de Cuba, epicentro del brote en la isla, denunció desde ese territorio el doctor Roberto Serrano.
La acumulación de vertederos y aguas negras, así como la falta de recursos para fumigar, es una preocupación presente de los residentes de La Maya, ante la presencia del mosquito Culex quinquefasciatus, que prolifera en cualquier tipo de aguas incluidas las albañales, explicó Serrano.
El galeno, quien aún se recupera de los síntomas de ese virus, mencionó el alcance del brote en su localidad: “Son innumerables los casos febriles, pacientes con fiebre alta y sobre todo un dolor de cabeza fuerte, y dolor, sobre todo, sacro-lumbar y en la parte muscular de la parte posterior de los miembros inferiores, unido a vómitos, diarreas, pérdida de apetito. Es un cuadro bastante aparatoso, que lacera bastante el estado de salud de las personas”.
“Hay personas que se han caído en la calle porque es bastante fuerte. Yo se lo estoy diciendo a usted porque yo lo pasé, estoy pasando, porque tengo una semana casi con el cuadro, hoy pude ir a trabajar gracias a Dios”, agregó.
En el caso de Cuba, el OROV se transmite principalmente a través de la picadura del mosquito Culex quinquefasciatus, que también puede ser un vector.
“Es un tipo de jején pero es mucho más diminuto, que apenas se ve cuando pica y la cantidad es enorme, aquí no hay mosquiteros, aquí no venden absolutamente nada, y aquí no se ha hec