En un trabajo anterior tuvimos un primer acercamiento a la migración cubana a España. Actualmente, el país ibérico es el segundo donde más cubanos se han asentado de manera legal, según informó el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (CEDEM).
Ya analizamos las maneras que encuentran los cubanos de llegar a España, así como el proceso de nacionalización y los distintos tipos de visado para un arribo seguro y legal. En esta segunda parte, continuaremos la radiografía de la diáspora cubana en esa nación.
Según los datos más recientes (de 2023) del Instituto Nacional de Estadística (INE) español, en ese país se contabilizan casi 200.000 personas nacidas en Cuba. Si tomamos su ubicación por comunidades autónomas, publicadas en 2022, veremos que las comunidades de Canarias, Madrid y Cataluña son las regiones donde más se asientan.
Resulta curioso el volumen de cubanos viviendo en las Canarias, muy superior incluso al de la capital. Algunos factores que pueden influir en esto son la disponibilidad de trabajo (en sectores de turismo y servicios principalmente), el costo de vida algo menor que en la península y la gran tradición migratoria canaria a Cuba. Algunos estudios confirman esto último, con un registro de unos 30.000 canarios en la Isla durante el siglo XVIII y repetidas olas migratorias a zonas del centro y occidente.
Como es natural, conseguir trabajo siendo migrante no es una tarea fácil. Los cubanos que llegan a España se encuentran con un mercado laboral muy cambiante, que depende de la Comunidad Autónoma en que se asienten y algunos obstáculos burocráticos.
Aunque el llamado «trabajo en negro» (o sea, ilegal) aún existe en gran parte del territorio, muchos dueños de negocios prefieren no contratar a indocumentados. En otros casos, la ley otorga determinados permisos, pero las administraciones no permiten su aplicación del todo, como es el caso de quienes realizan la solicitud de tarjeta de residencia de familiar comunitario. De acuerdo con lo establecido, a estos ciudadanos se les autoriza a trabajar sin contar con la Tarjeta de Identidad del Extranjero, pero muchas empresas optan por no arriesgarse y exigen la aprobación o presentación física de este documento para realizar un contrato.
Por ot