En el escenario iluminado, cinco figuras humanas permanecen inmóviles; y, sin embargo, todo en ellas delata la profunda inquietud de la vida. Quizá sea, sobre todo, por esa manera de mirar a quienes toman asiento; miradas constantes, interrogatorias, incluso desafiantes.
Se llena la sala, rompe la acción y se hace el sonido: durante 40 minutos, Ceren Oran y Fronteras en Movimiento logran no solo la plena complicidad del público sino, además, múltiples reflexiones y sentires; todo ello sin apenas decir palabras, apenas con sus cuerpos, algunas gafas y una silla.
Ese modo minimalista de contar exige de actrices y actores, aquí también bailarines, un desempeño altísimo, y esa es precisamente una de las claves por las que la obra Bellamente diferente (Türkiye- Alemania) seduce tanto a adultos como a niños pequeños.
La representación