Díaz-Canel nuevamente entrevistado
Fue noticia esta semana la entrevista, con gran repercusión nacional e internacional, que dio el presidente Miguel Díaz-Canel al periodista e intelectual de izquierda Ignacio Ramonet.
Entre los puntos de mayor interés para la ciudadanía, Díaz-Canel se refirió a la crisis energética que tiene al país en una situación muy tensa.
El mandatario menciona el «bloqueo» estadounidenses unas 62 veces en toda la conversación, hace énfasis sobre todo en las «sanciones» aplicadas por la administración Trump en 2019, que limitaron peligrosamente los ingresos que percibía la economía cubana y afectaron además a otros países que suministran combustible a la Isla, como Venezuela.
Díaz-Canel insistió en que el crudo nacional basta para mantener las termoeléctricas funcionando, pero que lo generado por esas unidades no es suficiente para cubrir toda la demanda, y el resto de las plantas utilizan diésel y fueloil.
«Al tener menos disponibilidad de divisas no pudimos comprar a tiempo los insumos y las piezas de repuesto necesarias para mantener todo el sistema electroenergético nacional que, además, es un sistema ya con un determinado nivel de obsolescencia; eso acrecienta las roturas, provoca que se alarguen los mantenimientos», explicó.
Detalló que se necesitan más de 300 millones de dólares anuales para mantener operativo el sistema de generación eléctrico y que no cuentan con esos fondos.
«En estos momentos, no es tanto la falta de combustible la que nos está afectando como las problemáticas tecnológicas», aclaró.
Sobre la evolución de esta crisis energética dijo que la «estrategia de mantenimientos» debería garantizar que «en el verano haya el menor nivel de afectaciones posibles a la población».
La entrevista también abordó un problema que cada vez preocupa más a las autoridades: las manifestaciones populares espontáneas provocadas por los apagones.
Díaz-Canel consideró que las protestas más recientes han sido «reclamos pacíficos» de ciudadanos que han ido a solicitar una explicación de las autoridades. «Fíjate, no son reclamos de ruptura con la Revolución, la gente ha ido a instituciones del Gobierno o a las instituciones del Partido», comentó a Ramonet.
Observó que «han existido pequeños grupos que no se han comportado de esa manera pacífica», integrados en parte por personas «financiadas por proyectos subversivos» estadounidenses. «Por manifestarse en contra de la Revolución tampoco tienen una respuesta represiva», afirmó, aunque luego agrega que «en esas protestas cometen hechos vandálicos y atentan contra propiedades estatales, contra propiedades sociales, alteran el orden público, y eso entonces sí lleva una respuesta».
Díaz-Canel admitió que las protestas son «un hecho relativamente nuevo» en Cuba, pero que no significan «ruptura entre pueblo y Revolución».
Sobre la alimentación, otro de los grandes problemas que enfrenta el gobierno, el presidente admitió que «podemos producir una parte importante de los alimentos que necesita el país e importar menos».
Ante la pregunta de si está dando resultado el plan de estimular esas producciones, Díaz-Canel relató que ha estado visitando un municipio distinto cada mes y que ha visto «buenas experiencias», aunque por ahora «son excepciones».
Sobre la contradicción entre las medidas gubernamentales que potencian el mercado y dejan atrás los dogmas económicos del socialismo del siglo XX, Díaz-Canel señaló que Cuba va teniendo «una economía planificada que toma en cuenta las señales del mercado».
El presidente agregó que «se ha diseñado un Programa de Estabilización Macroeconómica que se va a desarrollar durante un periodo prolongado, digamos, hasta el año 2030 […]. Ahí atiende los problemas de la inflación, los problemas del mercado cambiario y, por supuesto, la tasa de cambio; atiende la política monetaria, la política fiscal, los incentivos para la producción nacional y las exportaciones; lleva también elementos de salarios, pensiones, empleo y todo el reordenamiento que debemos hacer del sistema económico».
La afirmación causó revuelo entre varios economistas que se preguntaron en redes ¿dónde está ese programa, ¿quién lo hizo y cuándo será implementado?
La entrevista significa que hay un intento de implementar una estrategia de comunicación frente a la crisis, lo que significa que se reconoce su gravedad no solo de cara a la c