AREQUIPA, Perú – Desde 2015 se estableció el 16 de mayo como el Día Internacional de la Luz, una jornada que reconoce y celebra la importancia de la luz en diversos aspectos de la vida diaria, además de su impacto en múltiples esferas de la sociedad, la ciencia y la cultura.
En Cuba no hay mucho que conmemorar en ese sentido, toda vez que la Isla amaneció este jueves en medio de la oscuridad.
Por un lado, la penumbra simbólica que representa el régimen cubano, por más de 60 años opacando el destino de millones. Y, por otro, una ausencia de luz objetiva en la forma de largos y molestos apagones eléctricos en todas las regiones del país.
La idea para establecer el Día Internacional de la Luzsurgió durante la 200 reunión del Consejo Ejecutivo de la UNESCO. La propuesta contó con el apoyo de un buen número de países que convinieron sobrela relevancia de la luz en la vida moderna y sus aplicaciones tecnológicas.
Mientras, en la Isla la infraestructura eléctrica se halla en un profundo estado de deterioro, con frecuentes averías en sus anticuadas termoeléctricas, debido a la falta de inversiones sostenidas y mantenimiento adecuado. Un panorama al que se suma la crisis del combustible.
“Se fue la luz”, “llegó la luz”, “no