Foto: Maribel Flamand
“Holguín tiene una tendencia a que se le considere un territorio donde existe discriminación racial por encima del resto de las provincias y, precisamente, fue uno de los lugares de Cuba en los cuales más tarde llegó el programa contra el racismo y la discriminación racial”.
Es la opinión de Bertha Julia Noris Frenel, licenciada en Español y Literatura y quien realizó su tesis de maestría sobre la migración haitiana al municipio de Urbano Noris y es miembro del Observatorio Demográfico de la variable Color de la Piel, por lo cual le asignó la tarea de redactar el informe y la fundamentación del programa contra el racismo desde una perspectiva histórica.
Así, esta animosa mujer, descendiente de haitianos, se convirtió en secretaria ejecutiva del programa Color Cubano, del Gobierno en Holguín.
A finales del año 2022, por indicación del Gobierno de la República de Cuba, se dio la tarea al Ministerio de Cultura, de monitorear el Programa Nacional contra el racismo, como se nombró en sus inicios.
Ese nombre fue sustituido más tarde, por sugerencia de la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh, a partir de un término utilizado por Nicolás Guillén en su obra “Sóngoro Cosongo”, el concepto Color Cubano, que se explica en esa obra maestra de nuestro Poeta Nacional.
Con varias inquietudes sobre la temática llegamos hasta Bertha Julia Noris Frenel, quien accedió a despejar dudas, colaborar en ganar en conocimientos y dilucidar mitos al respecto.
¿Cuáles son los objetivos del programa?
El gobierno desde su función de coordinador debe velar por el cumplimiento de los objetivos: visibilizar el problema, revelar a la población, a través de los medios de comunicación, las regulaciones que establecen el trato discriminatorio hacia cualquier sector vulnerable y eliminar todo tipo de exclusión.
Holguín tiene características históricas particulares que no poseen otros territorios. Al analizar la población del oriente cubano, nuestra provincia posee características subgénero y una de ellas es que su población negra es minoritaria. Precisamente, al realizar análisis en la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), que son los estudios estadísticos de la población oficial de cada territorio, en Holguín más del 80 por ciento de sus habitantes es blanca, entre el 15 y 16, mulata y es negra, entre el 3,8 o 3, 9.
Esto se debe a que no existieron plantaciones cafetaleras y cañeras como en otras provincias: Matanzas, La Habana, Santiago de Cuba, Guantánamo… Aquí eran haciendas comuneras muy grandes en la etapa de la colonia, donde necesitaban un grupo de trabajadores y podían tener esclavos, pero en mínimas cantidades.
El segundo período de 1900, en la neocolonia, entra un número importante de inmigrantes de las Antillas del Caribe, que se asientan, sobre todo, en bateyes azucareros tanto en los urbanos como en los campos y se dedicaban al corte de caña o al trabajo en la industria azucarera; formando una nueva etapa, aunque el mestizaje se vuelve a desarrollar y trae como consecuencia la disminución del número de personas negras, porque al vivir en los mismos espacios, el mestizaje es muy profundo.
El color de la piel responde a procesos históricos concretos y en cada etapa de la historia de nuestra nación intervinieron grupo