Ruinas del Fortín La Nueva Vigía.
En el siglo XVI Trinidad basa su economía en el comercio de contrabando del tabaco, cuero y carne salada. El siglo XVII se inicia una época de prosperidad económica para villa, sustentada en el cultivo del tabaco, la ganadería, la minería, el comercio marítimo y la introducción del cultivo de la caña de azúcar. Este auge sitúa a la ciudad en el punto de mira de corsarios y piratas y provoca un continuo asedio, siendo invadida y saqueada frecuentemente en los años 1642, 1654, 1702, 1716, 1762 y 1795.
A partir de los siglos XVIII y XIX, se comienzan a ejecutar una serie de construcciones militares con el fin de proteger a la ciudad contra estos ataques. El Fortín La Nueva Vigía, construido por el ejército español, en la primera mitad del XIX, pertenece a las fortificaciones del Segundo Sistema Defensivo de la villa.
Esta construcción militar se encontraba ubicada al norte de la villa, sobre el cerro de La Vigía, a unos 200 m sobre el nivel del mar. El mismo tenía como función la observación del territorio, comprendido entre la ciudad y el mar, con el aviso oportuno a los cuerpos defensivos que custodiaban a Trinidad.
Las intervenciones arqueológicas realizadas en el sitio, tuvieron como finalidad el estudio y la consolidación de las estructuras excavadas, con el propósito de conservar el patrimonio militar. Más allá, de extraer material arqueológico, las excavaciones centraron sus objetivos en el rescate de elementos y aclaraciones de dudas sobre las características constructivas y funcionales de las estructuras que integran el fortín, lo facilita su restauración y su puesta en valor.
A partir de 1720 se marca el inicio del esplendor de la villa con el aumento de la producción de azúcar de caña, en el Valle de los Ingenios. En sus primeros años se evidencia un incremento de la población, a unos doscientos vecinos. A finales de esta centuria se comienza a evidenciar un desarrollo económico basado en la ganadería, la producción de tabaco, de café, algodón y caña de azúcar.
El siglo XIX ocurre el llamado boom azucarero, período de mayor esplendor y prosperidad de Trinidad, a su vez, comienza el florecimiento arquitectónico con la construcción de majestuosas mansiones y palacios. A mediados de este mismo siglo el comienzo el período de decadencia.
Es en esta centuria cuando se cimenta en el cerro del mismo nombre, el primer Fortín La Nueva Vigía, aparece un segundo exponente en el mismo sitio, pues solo quedaban las cimentaciones del primero.
Durante el proceso de investigación arqueológica se realizaron tres excavaciones, utilizando para ello el método de estratigrafía arqueológica de Harris. La Excavación No.1 se delineó en las ruinas de lo que fue la nave central del enclave militar y la excavación No. 2, se efectúo en las ruinas, ubicadas hacia el norte de la nave, en lo que fue la cocina del reducto y la tercera se orientó al sureste de la nave con el objetivo de definir la función que tenía ese espacio.
Excavación No. 1
La Nave Central del fortín “La Vigía Nueva” es rectangular, con un ancho de 14.45 m y un largo de 6 m y una altura de muros de 4.31 m.
Nave Central del fortín La Vigía Nueva.
Lo que fue la fachada posee tres vanos, dos de ellos pertenecientes a ventanas y uno a la puerta, situada al centro de la misma. En la pared del fondo se encontraban otros vanos, l