La Habana, 9 may.-Estimular la producción de electricidad desde las viviendas, con el auxilio del sol, ayudaría a las aspiraciones de Cuba de elevar hasta cerca de un tercio el peso de las fuentes limpias en su matriz energética para 2030.
“Pero además de una cultura al respecto, faltan estímulos claros para que cada vez más familias cubanas vean oportunidades y mejor calidad de vida en la incorporación de equipamiento para producir energía renovable”, sostuvo el taxista privado y emprendedor Carlos Emigdio Albona.
El ingenio de este cubano de 56 años, quien se reconoce como un promotor de las fuentes de bajas emisiones, acopló un panel solar a su Fiat Polski, a fin de mantener la potencia del alternador y cargar la batería del pequeño auto que conserva desde 1985.
Con el apoyo de su pareja, la contadora y artesana Ileana Ruiz, de 47 años, emplazó paneles solares fotovoltaicos -respaldados por un equipo de almacenamiento- que garantiza la autosuficiencia energética del apartamento que ambos comparten en la comunidad de Alamar, en el municipio de La Habana del Este, uno de los 15 que integran la capital cubana.
“Si tenemos tanto sol, ¿por qué no potenciar su uso? Naciones con menos iluminación como Países Bajos destacan en este tema. ¿Te imaginas si ubicáramos paneles solares en los techos de viviendas, edificios multifamiliares y los terrenos disponibles al lado de las casas cuánta energía aportarían?, reflexionó Albona al dialogar con IPS durante una visita a su hogar.
A lo anterior se suma un aerogenerador artesanal, “que funciona, pero necesita una batería para aumentar la producción de energía”, acotó.
Si tenemos tanto sol, ¿por qué no potenciar su uso? Naciones con menos iluminación como Países Bajos destacan en este tema. ¿Te imaginas si ubicáramos paneles solares en los techos de viviendas, edificios multifamiliares y los terrenos disponibles al lado de las casas cuanta energía aportarían?”
Carlos Albona
En octubre de 2021 recibió la autorización para constituir La Wasabanga Ecológica, una cooperativa no agropecuaria familiar especializada en la instalación y montaje de tecnologías de energías renovables, que funcionó apenas un año debido a trabas burocráticas y problemas con el financiamiento, “aunque no renuncio a un proyecto similar en un futuro”, recalcó.
Albona explicó que la práctica del triatlón, como atleta aficionado, lo llevó en 2018 a una competencia en la estadounidense ciudad de San Francisco.
Además, comentó que apreciar “en los techos de almacenes y edificios la cantidad de paneles solares y generadores eólicos, al igual que en los parqueos, me alumbró sobre todo lo que se podía hacer. También he estudiado las experiencias de México y España al respecto”.
El innovador refirió que los primeros paneles los trajo de Estados Unidos, costeados de su bolsillo. Luego compró otros en Cuba.
Aunque la potencia instalada es de casi cuatro kilovatios hora (kWh), el consumo del apartamento no sobrepasa los 800 vatios hora, así que el excedente lo entrega al sistema eléctrico nacional (SEN).
“La lectura del metrocontador indica que desde que se instaló hace unos tres años hemos inyectado al sistema 8150 kWh. El mes pasado el pago por ese aporte sobrepasó los 1000 pesos. Mientras más ahorres en casa, mayor se