Durante años, el níquel reinó como el principal producto de exportación de Cuba, desplazando a la otrora primera industria, el azúcar, por los elevados precios que llegó a alcanzar el mineral en el mercado mundial. Luego de una caída, motivada en parte por la obsolescencia tecnológica, el país intenta recuperar el tiempo y los dineros perdidos.
En la década de los 90 del pasado siglo, se llevaron a cabo inversiones en las plantas productivas de níquel, lo que convirtió a Cuba en uno de los principales países productores y exportadores de este mineral a nivel mundial.
Sin embargo, desde 2012 la producción ha ido descendiendo año a año por falta de inversiones. En 2016 se producían alrededor de 50 000 toneladas métricas de níquel, mientras en la actualidad apenas se llega a 30 000 toneladas.
Con sus principales yacimientos ubicados en la provincia de Holguín, en el noreste del país, la explotación del níquel se concentra en dos plantas de extracción activas: la Pedro Sotto Alba, explotada por la empresa mixta Moa Nickel S.A., entre Cuba y la canadiense, Sherrit, y la Ernesto Che Guevara, íntegramente cubana.
Fuentes oficiales indican que la producción de níquel está sustentada en proyectos de desarrollo geólogo minero y forma parte del Plan nacional económico y social del país hasta 2030.
Inversiones
Uno de esos proyectos es la inversión en la empresa mixta con la Sherrit, concluida en 2023, que aportaría unas 1 000 toneladas adicionales a la capacidad de explotación y procesamiento actual, entre 33 000 y 35 000 toneladas.
En la empresa mixta Pedro Sotto Alba las inversiones se concentraron en la mod