LA HABANA, Cuba. – Daniel Alejandro Llamo Hidalgo, de 15 años, hace un lustro vive postrado sobre una cama, en estado vegetativo. Parece desentendido del mundo, pero cuando le hablan con cariño es capaz de seguir las conversaciones. Si le evocan recuerdos gratos, su mirada denota brillo, como si viera una luz al final.
“Puede mejorar. Cuando se siente en familia, arropado, reacciona. Imagínate si tuviera la atención médica que necesita”, explica a CubaNet Anabel Hidalgo Rosabal, su madre. Sin embargo, el caso de su hijo es desatendido por las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP). Hace cuatro años no le practican una evaluación neuropsicológica ni recibe las medicinas que requiere su tratamiento.
“En los hospitales no hay aparatos ni especialistas. Ahora mismo no sabemos cómo está su cerebro, y necesita atención. Tenía toda su vida por delante y se la echaron a perder”, denuncia Hidalgo, quien tras varios años de gestiones y batallar infructuoso con los directivos del MINSAP, hace un llamado de ayuda para que su hijo obtenga una visa humanitaria.
“Mis manos están atadas, no puedo hacer nada y las personas que deberían ocuparse se quedan de brazos cruzados sin atenerse a ninguna consecuencia. Sacarlo de este país es su única oportunidad, para que pueda recibir un tratamiento a la altura de lo que necesita y merece como ser humano”, dijo.
A la deriva
Desde que salió del hospital tras una serie de intervenciones quirúrgic