MADRID, España.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), junto con su Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), ha expresado preocupación por el agravamiento de la inseguridad alimentaria en Cuba. Esta problemática impacta de manera desproporcionada a grupos vulnerables como personas mayores, mujeres embarazadas, niños, niñas, adolescentes y personas con enfermedades crónicas, generando graves repercusiones en sus condiciones de vida.
En un comunicado publicado esta semana, la CIDH señaló que, según el Food Monitor Program, la mayoría de las provincias cubanas experimentaron un bajo nivel de seguridad alimentaria en 2023. El informe también destaca que en febrero de este año el Gobierno cubano solicitó ayuda al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido a dificultades para continuar distribuyendo leche subvencionada a niños menores de siete años y por la escasez de harina para el pan subvencionado de la canasta básica.
El comunicado de la CIDH hace referencia a la persistente situación de desabastecimiento de alimentos básicos y productos esenciales en la Isla, atribuyendo esta crisis a factores como el bajo crecimiento económico, alta inflación, reducción de la producción y venta de alimentos, problemas de infraestructura y medidas económicas recientes como el aumento de precios de combustibles, el fin del subsidio de la canasta básica y la devaluación de la moneda.
Ante este panorama, la CIDH y la REDESCA reiteran su llamado al Estado cubano para que adopte acciones concretas que garanticen el acceso de la población a una alimentación adecuada o los medios para obtene