CAMAGÜEY, Cuba. – El escritor camagüeyano Pedro Armando Junco ha experimentado la censura y la represión en Cuba debido a su oposición al régimen. A pesar de esto, ha continuado trabajando y dedicándose a su pasión por la escritura. A sus más de 70 años, Junco continúa trabajando y realizando la labor que ama desde su juventud.
―¿Podría contarnos un poco sobre su experiencia de vida, sus inicios como escritor por ejemplo?
―Mi origen es campesino; siempre tuve tendencia a escribir. Cuando era muy joven, era socio de la biblioteca “Julio Antonio Mella”. A los 20 años estuve preso por cuestiones políticas y no me dejaron entrar a la universidad. Decidí ser autodidacta y pasé muchos años asistiendo periódicamente a la biblioteca como si fuera la universidad. Buscaba los mejores libros, los mejores filósofos y escritores, y así fui adquiriendo cultura. A los 37 años, decidí entrar a un taller literario en Santa Cruz del Sur. Empecé escribiendo poesía y luego comencé a escribir testimonios. Fue cuando escribí y publiqué el libro La furia de los vientos. Ese libro me ortogó el premio David y me abrió las puertas de la literatura.
―¿Cómo fue su experiencia como escritor y miembro de la UNEAC en Camagüey?
―Ganar el premio y publicar el libro facilitó mi entrada a la UNEAC. No podían decirme que no porque uno de los requisitos para los escritores es tener un libro publicado. Así que, después de tantos problemas a los 20 años, a los casi 40 entré a la UNEAC. Siempre mantuve mi posición, aunque callado, porque la UNEAC no es una sociedad no gubernamental como se predica, es una organización del Gobierno. Estuve siempre tratando de ayudar a alguien, como Jorge González Allué [pianista, compositor y director de orquesta camagüeyano], que estaba en precaria situación económica. En una asamblea lo mencioné y eso provocó que lo atendieran mejor y le brindaran ayuda. Así me mantuve. Con mis viajes a La Habana, conocí a muchos escritores, como Raúl Rivero, que se hizo muy amigo mío, y otros que están en el exilio o han fallecido. Así fui miembro de la UNEAC durante casi 30 años.
―Según informes, usted fue expulsado de la UNEAC debido a una carta que le escribió a Miguel Díaz-Canel. ¿Podría ofrecer más d