Cada vez escucho más frecuentemente la frase: «En este sistema no funciona nada. Nada sirve». La gente es muy exagerada, porque si solamente se sentaran un rato a pensar en cosas que funcionen, algo aparecería. Ahora mismo, por ejemplo, me viene a la cabeza el poder pagar los sellos con Transfermóvil. Pienso un poco más, a ver, a ver: las multas, también con Transfermóvil. Hay muchas cosas que funcionaron en su día y ya no lo hacen, y otras que en 65 años jamás han estado cerca de funcionar. La higiene de los baños públicos, por ejemplo.
Algo en lo que la sociedad cubana, a lo largo del proceso revolucionario, ha sido francamente desastrosa, es en nombrar. A la cabeza de los nombres ridículos tenemos a la empresa estatal socialista, que en materia de nombres es peor que en eficiencia, lo que es mucho decir. Pareciera que todos los nombres los ha puesto una misma persona, con la imaginación de un adoquín de La Habana Vieja. Empresa Cubana del Pan: EMPAN. Empresa Nacional de Frigoríficos: ENFRIGO. Empresa Productora de Materiales Varios Para la Enseñan