La riflera cubana Lisbet Hernández Hernández Foto: JIT.
A inicios de abril de 2024 Lisbet Hernández Hernández, de 32 años, cumplió su sueño de clasificar a unos Juegos Olímpicos. Consiguió el preciado boleto a París, cuando ganó el bronce en la modalidad de rifle de aire a 10 metros durante el Campeonato de las Américas de Rifle y Pistola de Buenos Aires.
Hernández cuenta que es una meta cumplida. “Lo más grande que tiene un deportista es participar y obtener medallas en una Olimpiada. Es el premio de años de trabajo y sacrificio.
“Este triunfo se lo dedico a mi familia, que siempre me ha apoyado y a la gran familia del tiro cubano. Tengo que agradecer desde los entrenadores del área hasta al actual, Yoleisis Lois, quien me ha preparado y siempre ha confiado en que puedo lograr buenos resultados”, declaró.
¿Cómo te preparaste para el resultado?
–La preparación vino desde que empezó este ciclo atípico. Fue conjunta con mi entrenador y nuestro psicólogo Yoel. El tiro no es solo técnica, es también psicología. Si no estás bien preparada física y mentalmente, no alcanzas lo que realmente deseas.
“Participamos en varias competencias y, antes del Panamericano, estuvimos 21 días en Buenos Aires, en el mismo campo de tiro que se hizo el torneo. Esa base de entrenamiento fue un éxito para todos”.
Lisbet Hernández conquistó la medalla de bronce en el evento femenino de rifle de aire a 10 metros. Foto: Roberto Morejón/JIT.
Inicios en el tiro deportivo y las pasiones de Lisbet
A la espirituana le gusta el tiro deportivo, porque “es un deporte de perfeccionamiento y se compite contra uno mismo”. Recuerda que llegó cuando tenía 11 años, a través de las áreas deportivas, y ya forma parte de su vida.
“En mi escuela primaria fueron hacer captaciones. Conocía el deporte, porque mi papá había sido tirador de la FAR y trabajaba en la EIDE, como comisionado provincial de tiro. También, había ido de espectadora a eventos en la EIDE y me gustaba mucho”.
¿Por qué el rifle?
–Lo escogí porque es por donde se comienza en el área deportiva y siempre me gustó más que la pistola.
¿Cómo fue el tránsito hacia el equipo nacional?
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