Creado el 17 abril de 1964 como resultado de la fusión de dos instituciones adscritas a la Academia de Ciencias de Cuba, el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), perteneciente a la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, devino en un centro de alta especialización, cuyas investigaciones tributan a las prioridades del país en disímiles sectores.
Dentro de las principales líneas de trabajo destacan las vinculadas con el estudio y seguimiento de la actividad solar, las cuales en dependencia de su intensidad pueden provocar tormentas geomagnéticas y perturbaciones ionosféricas, capaces de afectar los sistemas de comunicación y navegación aérea, las líneas eléctricas y e