Con Despaigne y la caballería no se recogen los bates

Pinar del Río le devolvió el golpe de ayer a Matanzas, y se convirtió en el primer equipo con 20 triunfos en la temporada, en la cual mira a sus rivales desde la cima de la montaña. En la jornada hubo el remake del que ríe último ríe mejor, protagonizado por los peloteros de Granma, en el Latinoamericano.

En Ciego de Ávila, en el octavo capítulo, los tuneros vinieron de abajo, y con dos registros se fueron arriba en el marcador, por 3-2. Sin embargo, la respuesta de los Tigres fue demoledora: cinco imparables, entre ellos dos tubeyes; un pelotazo y un elevado de sacrificio, todo eso de manera consecutiva, fueron la materia prima del paquete de cuatro carreras, para decidir el choque. La victoria avileña le devolvió el segundo puesto, perdido ayer ante los propios Leñadores.

Otra vez a la hora de recoger los bates, cuando parecía que Industriales tendría desquite, los Alazanes le aguó la fiesta en la última escena, en la que la caballería volvió a galopar, ahora al ritmo de su corcel líder: Alfredo Despaigne, autor de un cuadrangular que decidió el choque. Fue su número 12 en la presente contienda, líder indiscutible; su 275 en series nacionales y el 472 en torneos ligueros: entre los de casa, los 184 en Japón y los 13 que pegó en México.

Hay que destacar la manera en que se está entregando a Granma. El líder del equipo Cuba, del Team Asere, en el pasado Clásico Mundial, el código cubano del jonrón, se le ve corriendo fuerte en las bases, incluyendo de home a primera. Se le ve, además, calentando el banco, como un verdadero capitán. Ojo, cuando él va delante, la caballería es más peligrosa.

Dos turnos antes, Despaigne había dejado dos hombres en circulación, incluso en una fue dominado por un doble play, pero es el Caballo de los caballos, con él es difícil que a la tercera no vaya la vencida.

Aunque Yosiel Serrano dio cuatro boletos en cinco y un tercio, se las ingenió para que no le anotaran carreras limpias, en buena medida porque congeló los maderos villaclareños, a los que dejó en un solo jit. Así, Santiago de Cuba aseguró su segunda victoria de la semana, con lo cual empató en el octavo puesto y entró en zona de clasificación.

También intransitable estuvo el pinero Yunier Gamboa ante los espirituanos. No le anotaron en seis actos, toleró cinco jits, aunque dio cinco boletos, con tres ponches; en un «juego raro»: no hubo extrabases.

Ayer la mayor ofensiva estuvo en el Nguyen Van Troi de Guantánamo. Allí los Indios fueron presa de los Cazadores artemiseños, productores de 18 inatrapables, de ellos seis dobles y un cuadrangular de Henry Llorente, el mejor bateador del partido (3-2, una anotada y tres remolcadas). Esa ofensiva respaldó el buen trabajo en la lomita de Andy L. Pérez, quien en cinco completos limitó a dos los incogibles de sus adversarios, y no le pisaron home.