En la madrugada del 17 de abril de 1961 el aviso de un miliciano, que hacía su guardia en la costa de Playa Girón, en la Península de Zapata, confirmó lo que se esperaba, había comenzado la invasión a Cuba de tropas mercenarias con apoyo de Estados Unidos y Cuba amanecería en pie de guerra.
Esa madrugada se completaba el objetivo de la denominada «Operación Pluto» por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Pentágono de Estados Unidos, cuando la Brigada 2506 integrada por mil 500 hombres bien armados y con apoyo aéreo desembarcaron por dos puntos, Playa Girón y Playa Larga.
Habían salido de Puerto Cabezas, Nicaragua, a bordo de cinco buques de guerra de Estados Unidos, escoltados por otras unidades navales también norteamericanas, con el propósito de establecer una cabeza de playa y constituir un gobierno provisional contrarrevolucionario que solicitaría y obtendría de inmediato la intervención de los Estados Unidos.
El lugar escogido era una faja de terreno separada de tierra firme por una ciénaga de 10 kilómetros de largo, la Ci