—Canel confía todavía en los jóvenes. Acaba de aparecerse en Granma.
—A esa provincia ha ido varias veces.
—Me refiero a la visita que hizo al periódico.
—Al órgano oficial del PCC le fallaron las convocatorias a cubrir plazas vacantes y ha tenido que nutrirse de unos cuantos recién graduados traídos de todo el país.
—De esos que «encontraron su Moncada y lo asaltan todos los días».
—Para mí que anda preocupado con que «el segmento poblacional que menos crece en nuestra sociedad es el de los menores de 30 años».
—Crece, pero en otros lares.
—Y seguirá creciendo con el ánimo que le da la prensa. ¡Mira que ponerle a la casita infantil del rotativo el sugerente nombre de «Pequeños Expedicionarios»!
—Peor lo que dijo el organizador Morales Ojeda en Granma.
—¿En el periódico?
—No, en la provincia de igual nombre. En Jiguaní ha sentenciado: «Ya no se trata de salir, sino de hacerlo lo antes posible».
—Después de asaltar un cuartel, la opción más recomendable es partir en desbandada.
—El presidente no va «a discutir la relatividad de esas aspiraciones ni a renegar de esos hijos de Cuba que eligieron otro destino para el resto de sus vidas, porque hoy es el tiempo para hablar de los que están aquí y ahora».
—Los llama «mejores revolucionarios» porque también «son buenos ciudadanos, buenas personas, buenos amigos, buenos hijos». Los que se van no.
—Cómo van a