Con sus pintorescas plazas, palacios, castillos coloniales y calles adoquinadas, La Habana Vieja es una de las reliquias del patrimonio cubano.
Si bien no todo el centro histórico ha sido restaurado, y no pocos edificios y lugares encaran día a día la desidia y la ruina, otros con mejor suerte han logrado preservar sus valores históricos y culturales.
Entre ellos, los museos han devenido símbolo de la belleza y diversidad habanera. Con sus variadas colecciones y motivos, se reparten por la ciudad antigua con sus puertas abiertas a quien desee visitarlos.
En un trabajo previo los acercamos a un grupo de estos museos, asentados en añejas fortalezas y residencias familiares, todos con una historia que los distingue y engrandece.
Pero los mostrados entonces, gracias al lente de nuestro fotorreportero Otmaro Rodríguez, no son los únicos. Su variedad es tal que La Habana Vieja bien podría ser ensalzada solo por sus museos.
Entre los sitios más conocidos resalta, sin dudas, el de Bellas Artes, que en sus dos sedes exhibe valiosas piezas del arte cubano y universal.
Aunque su maravillosa arquitectura bastaría para destacarlo —o destacarlos, porque ambas sedes brillan por sí mismas—, sus obras y colecciones lo encumbran como una auténtica joya cultural de la isla.
Junto a esta fabulosa institución, otros museos del centro histórico se dedican a los más diversos temas, algunos más mundanos; otros, curiosos.
El ron, el automóvil, la orfebrería y hasta el chocolate tienen sus propias colecciones reunidas y exhibidas en La Habana Vieja. También los bomberos, la pintura mural e, incluso, los naipes.
Además, instituciones dedicadas a regiones y culturas como la africana y la árabe también funcionan como museos que muestran objetos y brindan informaciones.
A estos lugares atractivos y singulares del centro histórico habanero le invitamos a acercarse en nuestro recorrido gráfico de este domingo. Pero si usted vive en la capital cubana o está algún día de visita en ella, le sugerimos entonces conocerlos in situ para que descubra de primera mano sus singularidades y encantos.