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El exastro de la NFL O.J. Simpson durante una comparecencia en una audiencia de libertad condicional en Lovelock, Nevada, el 20 de julio de 2017. Foto: LAPRESSE
Ha muerto a los 76 años OJ Simpson, mítico ex jugador de fútbol americano, debido al cáncer de próstata que padecía. El que fuera running back de los Buffalo Bills, quien fue juzgado por el doble asesinato de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo, Ron Goldman, en los años 90, falleció el miércoles en Las Vegas, según informó su familia.
Simpson fue en su momento uno de los jugadores más importantes de la historia de la NFL. Tras brillar en su carrera colegial con los Southern California Trojans, con los que llegó a ganar en 1968 el prestigioso Trofeo Heisman, que reconoce al mejor jugador de fútbol americano universitario de Estados Unidos, OJ firmó por los Buffalo Bills, con los que firmaría una carrera rutilante.
On April 10th, our father, Orenthal James Simpson, succumbed to his battle with cancer.
He was surrounded by his children and grandchildren.
During this time of transition, his family asks that you please respect their wishes for privacy and grace.
-The Simpson Family
— O.J. Simpson (@TheRealOJ32) April 11, 2024
Entre sus innumerables logros, reseñar que fue el primer jugador en sumar más de 2 000 yardas (2 003) en una sola temporada (1973), lo que le valió para ser elegido como el Jugador Más Valioso de la NFL aquel año.
Simpson llegó a jugar seis Pro Bowls, el partido que reúne cada temporada a las grandes estrellas de la NFL, y en 1985 entró en el Salón de la Fama de la liga profesional de fútbol americano. Cuando se retiró en 1979, tras dos años grises en los San Francisco 49ers, era el segundo jugador con más yardas terrestres de la historia de la competición (19 236).
Simpson, que tenía una personalidad arrolladora, se hizo muy popular en Estados Unidos y protagonizó numerosas campañas publicitarias. Una imagen amable y cercana que saltó por los aires en 1994, cuando fue acusado de los asesinatos de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo, Ron Goldman.
Su propia detención, tras una persecución policial en coche con tintes hollywodienses por una autopista de Los Ángeles, fue sólo el anticipo de un juicio que es ya historia.
Su juicio se convirtió en un singular plebiscito sobre el racismo en la sociedad estadounidense, a la que dividió en dos, con la población afroamericana defendiendo mayoritariamente la inocencia de uno de sus grandes íconos.
El 3 de octubre de 1995, tras 15 meses del proceso judicial más mediático de la historia, OJ fue declarado no culpable de ambos asesinatos y salió en libertad pero su imagen quedó dañada para siempre. De hecho, sólo dos años después fue declarado culpable de ambas muertes por una corte civil y obligado a pagar 33 500 000 dólares por daños.
En septiembre de 2007, Simpson fue arrestado en Las Vegas, Nevada, y acusado de numerosos deli