La vorágine de trabajo y el poco tiempo de los entrevistados, propició nuestro encuentro en un lugar mágico y, sin lugar a dudas, ilustrador de su faena diaria. Detrás del telón del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, mis retinas captaron el trabajo incansable de un dúo de talentosos artistas y su grupo, para crear una puesta en escena que tiene como propósito despertar la imaginación, estimular los sentidos y conmover el corazón del público.
Rubén Darío Salazar y Zenén Calero Medina, hombres pacientes, locuaces, atrevidos, comprometidos y muy felices, permitieron el diálogo con este aprendiz de periodistas, que intercambió con ellos en pocos segundos y convirtió a los grandes hacedores de historias en protagonistas.
30 años de Teatro
Rubén, Zenén y su Teatro de Las Estaciones, llegaron a Holguín con el fin de proponer al público “Flores de Carolina y Ajonjolí”, presentación que formó parte del programa del XIV Festival Nacional de Teatro Joven, dedicado en este 2024 a la compañía matancera.
Rubén Darío Salazar.
“Holguín es una ciudad artística por naturaleza e intercambiar con su público retroalimenta, por ser una audiencia que posee visión amplia y de mucho contacto con espacios teatrales, danzarios y musicales. En este festival es la tercera vez que estamos; también nos presentamos en algún momento en el Centro de Arte y fue una experiencia maravillosa. El espectáculo que propusimos refleja el cuidado del Adulto Mayor y hace reflexionar sobre las enseñanzas diarias de los abuelos, que sin percatarnos nos marcan para toda la vida”, afirma Rubén Darío Salazar.
“Es un placer muy grande estar aquí; se respira aire juvenil, renovador de las artes, hay un ambiente contagioso que hace sentir satisfecho a los visitantes, al ver el interés de los jóvenes por el trabajo realizado. El estreno nuestro en este territorio cultural es a partir de una obra de Dora Alonso y utilizamos como punto de partida en el montaje técnico-artístico para la imagen del espectáculo, el libro diseñado por Arístides Hernández (Ares)”, com