El centro de Puerto Príncipe ha quedado en manos de las bandas armadas y ni siquiera la Policía acude a la zona, reporta un despacho de la agencia española EFE fechado en la capital haitiana.
Pese al estado de emergencia y la prórroga del toque de queda, los grupos delincuenciales continúan su política de tierra arrasada al atacar y quemar farmacias, clínicas, escuelas y parqueos de autos en la urbe puertoprincipeña, de unos 2,8 millones de habitantes.
Los alrededores del Hospital Universitario Estatal de Haití, abandonado desde hace cerca de un mes, fueron blanco de los grupos armados pertenecientes a la coalición Vivre Ensemble (Vivir juntos), que encabeza el poderoso Jimmy Cherizier, alias Barbecue, un ex policía de 47 años y actualmente líder del grupo armado Fuerzas Revolucionarias de la Familia G9 y Aliados.
Según informó la Policía Nacional de Haití (PNH), en las operaciones llevadas a cabo entre el 29 de febrero y el 26 de marzo, 17 supuestos bandidos fueron abatidos (entre ellos los jefes de banda Ernst Julmé, alias Ti Greg, y Makandal).
Asimismo, se confiscaron 17 armas (incluidos fusiles de calibre 12, AK47, pistolas de 9 milímetros y M4) y se decomisó un vehículo. El comandante en jefe de la PNH, Frantz Elbé, ha dado instrucciones a las unidades especializadas de intensificar las operaciones para proteger las vidas y bienes de la población, pero la ola de violencia no remite.
Caos y hambre
Semanas después de haber sido cerrado, el hospital público de Puerto Príncipe aún mantiene pacientes en sus salas abandonados a su suerte, sin que les atiendan los médicos, quienes huyeron de la zona hace aproximadamente un mes.
Al colapso de los servicios sanitarios se suma el incremento de la inseguridad alimentaria.
La violencia extrema y las violaciones de los derechos humanos están teniendo consecuencias terribles para los niños y niñas de Haití.
Estas son 5 cosas que debes saber sobre la alarmante situación en el país. pic.twitter.com/ynQlrPJwCQ
— UNICEF en esp