En el marco de una situación caótica, Milei sigue acudiendo a decretos para cerrar organismos de todo tipo, entre ellos los culturales. Foto: AFP.
“No vinimos a robarte, vinimos a matarte”, fue la frase citada por la agrupación de hijos de desaparecidos durante la pasada dictadura militar (H.I.J.O.S.) al denunciar este jueves el gravísimo atentado contra una de sus integrantes, cuyo nombre se reserva, la noche del pasado 5 de marzo, cuando llegó a su casa y se encontró con dos hombres armados que la golpearon, ataron y amordazaron para después violarla, amenazándola de muerte y haciéndole entender que sabían quién era, y al salir escribieron “VLLC” en la pared, que son las siglas de “Viva La Libertad Carajo!”, que utilizan los seguidores del actual Gobierno ultraderechista.
El hecho fue denunciado ante la justicia sin hacerlo público por pedido de la víctima, para poder reunirse con su familia que está en otra provincia. Fue “un ataque político motivado por su militancia en derechos humanos y feminista. Nada de valor fue robado, solo se llevaron carpetas con información de nuestra agrupación”, advirtió H.I.J.O.S. en un comunicado.
Responsabilizaron al gobierno del presidente Javier Milei, al que exigieron “el inmediato esclarecimiento del hecho por parte del Poder Judicial. Estos hechos tienen un claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridades del país expresan cotidianamente e incita a la violencia contra quienes militamos por los derechos humanos”.
Mientras, otra serie de amenazas y acciones van en aumento a tres días de la gran marcha del 24 de marzo, Día de la Memoria, al conmemorarse el golpe militar de 1976, que instaló la dictadura