La Noche Mágica, evento que cada vez obtiene mayor reconocimiento, es mucho más que una fiesta nocturna en el Jardín Botánico de La Habana “Quinta de los Molinos”. Este encuentro mensual, organizado por la mipyme estatal La Quinta SURL y la agencia productora Four Wives, incluye el Bazar de Emprendedores como una oportunidad para la promoción de negocios socialmente responsables.
Entre el casi centenar de negocios y empresas participantes concurrieron desde una barbería hasta una escuela de automovilismo, además de empresas de la gastronomía y el comercio, expresión de lo variopinto del sector privado en Cuba y de la necesidad de mostrar cuánto hacen los emprendedores. La asistencia, tanto de expositores como de público, ha ido en aumento desde la génesis de esta convocatoria en septiembre de 2022.
La Quinta de los Molinos, un acogedor jardín en el centro de La Habana
Oportunidad de visibilidad y networking
“La Quinta es nuestra casa. Fue uno de los primeros lugares que nos acogieron para poder promocionar nuestro trabajo”, expuso agradecida Beatriz Mejía, quien lidera el proyecto MAR (manualidades, artesanía y reciclaje), un emprendimiento dedicado a la fabricación de velas aromáticas y otros accesorios a partir de materiales recuperados.
En tanto, para Rangel Mejías Santos, director ejecutivo de Míster Volante, una escuela privada de automovilismo, la Noche Mágica complementa las acciones de promoción de su empresa. “Conocemos el valor de las redes sociales, pero apreciamos este espacio porque podemos brindar una explicación personalizada sobre nuestro negocio”, dijo.
“Es un ambiente más relajado, en el que podemos establecer un diálogo más cercano con los clientes que nos conocen, e incluso con personas que descubren la marca aquí”, destacó Cintia Núñez, fundadora de Agua de Marzo, conocido emprendimiento dedicado a la confección de accesorios.
César Moncada, un trabajador por cuenta propia dedicado a la confección de aretes con la técnica de cerámica fría, consideró que el evento contribuye al crecimiento de su marca. “Muchas veces no tenemos todo el conocimiento y otros colegas aquí pueden darnos un norte o avisarnos sobre la existencia de otros encuentros. Incluso, les pedimos consejos acerca de cómo elaborar mejor nuestros productos”, dijo.
En tanto, Tania Rodríguez, fundadora de la dulcería Caramel, recientemente inaugurada, dijo que asistir en dos ocasiones ha sido una gran oportunidad para aprender de otros negocios exitosos. Destacó que, si bien tienen experiencia en la elaboración de dulces y en la comercialización, las alianzas con homólogos siempre son bienvenidas. Eso le agradeció a la Quinta.
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