Sean bienvenidos una vez más a Código Seguro. En el día de hoy estimados lectores, les hablaré acerca de los softwares antivirus y el papel que juegan cada día protegiéndonos de los programas malignos que nos acechan en Internet.
Los antivirus son esenciales para proteger nuestros dispositivos de amenazas en línea. Formalizando el concepto, un antivirus es un software que se especializa en prevenir, buscar y eliminar malware de los sistemas informáticos. Su función principal es proteger la integridad de los datos y la privacidad del usuario al detectar y neutralizar código malicioso que pueda comprometer la seguridad del sistema.
Estos han evolucionado, desde simples detectores de virus hasta programas complejos capaces de bloquear, desinfectar y prevenir infecciones. Su evolución ha incluido la adaptación a nuevas amenazas como spyware (programa espía), rootkits (encubridores), troyanos, gusanos, y los pseudovirus, entre muchos más.
Su historia está íntimamente relacionada al desarrollo de la seguridad informática. En 1971, Bob Thomas y Ray Tomlinson, informáticos de la compañía tecnológica estadounidense BBN (Bolt, Beranek y Newman), crearon el primer virus conocido como Creeper y en consecuencia también el primer programa antivirus conocido como Reaper. Ambos funcionaban en computadoras centrales con el sistema operativo TENEX de la época y se utilizaban en la red ARPANET.
El concepto de virus y antivirus no existía hasta ese momento, y su propósito no era en absoluto malicioso. En una entrevista con Georgei Dalakob, historiador de la informática, el propio Tomlinson explicó que el objetivo de la investigación era desarrollar mecanismos que permitieran transferir aplicaciones a otras máquinas con la intención de transportarlas a la computadora más eficiente. El programa Reaper nunca pretendió explotar una deficiencia del sistema operativo en aquel entonces. Sin embargo, su descubrimiento allanó el camino para la creación de los programas malignos que hasta hoy conocemos.
La necesidad de los programas antivirus se hizo más evidente con la globalización de las computadoras y la llegada de Internet, lo que incrementó exponencialmente los ataques informáticos. Estos fueron evolucionando paulatinamente para enfrentar amenazas emergentes y cada día más sofisticadas. Es en la década de los años 90 que se expanden para combatir una variedad más amplia de malware, incluyendo troyanos y gusanos.
A partir del 2000 la protección se extiende a la seguridad en línea, con funciones como el bloqueo de sitios web maliciosos y la protección contra los ataques de phishing. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático han comenzando a desempeñar un papel importante en la detección y prevención de amenazas. Los problemas de clasificación que resuelven estas tecnologías ofrecen considerables ventajas en el análisis minucioso de numerosas muestras de software, ya sean malignas o no.
Por otra parte, la combinación de las Redes Privadas Virtuales (VPN) y un antivirus proporcionan una protección integral para la seguridad en línea. Mientras que el antivirus se enfoca en proteger el dispositivo de malware y ataques cibernéticos, la VPN se centra en proteger la privacidad y los datos de los usuarios. Esta tecnología funciona como un filtro que convierte a todos sus datos en texto incomprensible. Si alguien lograra interceptar su información, de poco le serviría. Sin dudas los antivirus han jugado y continuarán ejerciendo un papel crucial en la protección de la información personal y empresarial contra ciberataques. La historia se caracteriza por una constante adaptación y mejora continua, donde la innovación es clave para mantener la seguridad en nuestro mundo digital cada vez más conectado.
No obstante, pese a las ventajas que ofrecen estos, también han e