La Habana, 5 mar.- La aplicación del alza de precios del combustible desde el 1 de marzo, medida hasta entonces aplazada por un incidente de ciberseguridad, genera preocupación en la ciudadanía cubana por su efecto en un complejo contexto de elevada inflación y escasez múltiple.
Así lo evidencian diversos comentarios en foros digitales, las redes sociales y conversaciones callejeras. La frase más común es “todo va a subir”.
Al anunciar en el sitio Cubadebate la entrada en vigor del alza de precios del combustible en el país, al igual que la nueva tarifa eléctrica para los altos consumidores, Mildrey Granadillo, viceministra primera del Ministerio de Economía y Planificación, recordó que el 31 de enero se comunicó el aplazamiento de “la aplicación de las nuevas tarifas de los combustibles por el incidente de ciberseguridad”.
En ese momento, esa información se interpretó como una reconsideración de la medida por parte de las autoridades, en concordancia con el negativo estado de opinión tras el anuncio del alza de los precios.
Sin embargo, según Granadillo, luego del restablecimiento de los sistemas informáticos afectados, se decidió aplicar los incrementos.
“Estamos hablando de la actualización de los precios minoristas de los combustibles. Somos conscientes de la repercusión que tienen, ya que es un producto transversal a toda la economía”, dijo Vladimir Regueiro, ministro de Finanza