Muchos de nosotros nos hemos enfrentado a situaciones en las que alguien cercano ha requerido atención médica urgente. Algunas veces, movidos por la buena voluntad y el deseo de ayudar, echamos mano a medidas que, a la larga, terminan por causar más daños que beneficios. En ocasiones, este impulso nos lleva a perder un tiempo precioso.
¿Cómo identificar que estamos frente a una emergencia médica? ¿Cuáles son los síntomas y signos más importantes? ¿Qué hacer en cada caso? Responder adecuadamente a estas preguntas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Diferencias entre urgencias y emergencias
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una urgencia es “la aparición fortuita (…) de un problema (…) que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención, por parte del sujeto que lo sufre o de su familia”. En tanto que la emergencia es “una situación en que la falta de asistencia conduciría a la muerte en minutos”, en estos casos “la aplicación de primeros auxilios por cualquier persona es de importancia vital”.
Algunos signos indican que estamos ante una emergencia médica. En la siguiente tabla se resumen varios de ellos:
- Falta de aire intensa, que impide hablar con oraciones completas, y se puede acompañar de incapacidad para toser o hacerlo con poca fuerza
- Hinchazón del rostro, los ojos o la lengua
- Coloración azulada de la piel, especialmente en la zona del cuello y el rostro
- Lesión en la cabeza o en la columna
- Alteraciones de la conciencia caracterizada por un comportamiento inusual, confusión, dificultad para despertarse…
- Dolor de cabeza inhabitual que suele se describe como “sensación de estallido”
- Incapacidad para hablar
- Mareo, debilidad o cambio súbito en la visión
- Desmayo o pérdida del conocimiento
- Lesión súbita, debida a un accidente automovilístico, quemaduras o inhalación de humo, ahogamiento inminente, herida profunda o grande, otras lesiones
- Sangrado intenso, así como vomitar o toser sangre
- Dolor en el pecho o incomodidad que dura dos minutos o más
- Dolor repentino y severo en cualquier parte del cuerpo
- Presión o dolor en la parte superior del abdomen
- Vómitos severos y persistentes.
- Sentimientos suicidas u homicidas
- Ingestión de una sustancia tóxica
Muchos de estos signos se manifiestan en niños, con la particularidad de que estos los manifiestan de manera distinta, especialmente, cuando son pequeños, debido a que no pueden o no saben expresar lo que sienten. En ese sentido, nadie como las madres para darse cuenta de que algo no marcha bien. A continuación enumeramos algunos signos de alarma que debemos tener en cuenta en los más pequeños.
- Cambios importantes en el estado mental, como conductas inusuales, confusión, irritabilidad
- Falta de atención o respuestas lentas
- Somnolencia excesiva (el niño no despierta)
- Incapacidad de pararse o caminar (debilidad)
- No quiere comer (está majadero)
- Respiración anormal (se le hunde la barriga)
- Fiebre intensa que se acompaña de alteración del estado mental, rigidez del cuello o la espalda
- Sangrado intenso o que no se detiene
- Color azulado o grisáceo de la piel (cianosis)
- Convulsiones
La presencia de uno o más de estos signos debe llevarnos a pensar que estamos frente a una emergencia médica. ¿Qué hacer y qué no hacer en cada caso?
Heridas y lesiones traumáticas
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos ofrece algunas recomendaciones de primeros auxilios en caso de heridas, que comentamos a continuación.
- Mantenga la calma e intente tranquilizar a la víctima.
- Recueste a la persona y, de ser posible, eleve la parte del cuerpo que sangra.
- No retire objetos, como un cuchillo, que hayan sido enterrados en el cuerpo. Coloque vendajes a su alrededor, para evitar que se muevan, y péguelos con cinta adhesiva.
- Aplique presión directa sobre una herida externa, de ser posible con un vendaje estéril o, al menos, limpio. Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado, excepto que sea en el ojo.
- Si el sangrado continúa, coloque otro vendaje, sin retirar el primero, y busque atención médica de inmediato.
- Si la herida es en una extremidad y el sangrado continúa, puede valorar la aplicación de un torniquete 5 cm por encima de la lesión.
- Las heridas en el pecho, en especial si aspiran aire, siempre deben cerrarse, dejando un lado abierto. Esto crea una válvula que permite la salida del aire acumulado sin que entre más.
¿Qué no se debe hacer?
- No retire el vendaje para ver si el sangramiento se detuvo.
- No hurgue una herida ni jale un objeto incrustado en ella.
- No trate de limpiar una herida grande ni intente hacerlo una vez detenido el sangrado.
- No mueva a la persona si ha habido una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o una pierna. La movilización, realizada sin el entrenamiento necesario, puede producir daños permanentes.
Es importante tener en cuenta que el contacto con la sangre puede ser una fuente de infecciones: protéjase siempre. Adicionalmente, portadores de enfermedades como la hemofilia o quienes toman medicamentos anticoagulantes, sin importar el tamaño de la herida, requerirán atención médica de inmediato ante este tipo de afección.
Cuando las personas sufren traumatismos en la cabeza, el pecho o el abdomen, aunque no haya ninguna herida es sumamente importante que busquen ayuda médica de inmediato. Puede haber lesiones internas que pueden poner en riesgo la vida. Si, adicionalmente, aparecen algunos de los signos que enumeramos antes, la búsqueda de ayuda médica resulta imperativa.
Las recomendaciones específicas para quemaduras, así como cuándo buscar ayuda, qué hacer y qué no hacer puede encontrarlas aquí.
Dolor en el pecho
El dolor en el pecho es el síntoma más importante de las enfermedades cardiovasculares. Estas son la primera causa de muerte en Cuba, por lo que se les debe prestar especial atención. Las características más comunes de estos cuadros dolorosos es que son intensos (aunque la intensidad resulta variable), de carácter opresivo, persistente y que no se alivian con los cambios de posición, suelen irradiarse a la mandíbula y brazo izquierdos, y se acompañan generalmente de sudoración, ansiedad, náuseas, vómitos… A veces, también hay dificultad para respirar, que en algunos casos llega a ser intensa.
En presencia de estos cuadros es fundamental buscar ayuda lo antes posible. Por otro lado, si sospecha que la persona o usted está sufriendo de un ataque cardíaco, puede tomar una aspirina. Adicionalmente, si tiene un diagnóstico de cardiopatía isquémica está indicado el uso de nitroglicerina sublingual cada cinco minutos hasta tres dosis; en caso de que el dolor no desaparezca vaya de inmediato a emergencia. Ninguna de las recomendaciones antes citadas sustituye la atención médica.
Alteraciones de consciencia
En Cuba, los accidentes cerebrovasculares son la tercera causa de muerte. Muchos de los síntomas que enumeramos antes, como las alteraciones de la conducta, los mareos, la disminución de la consciencia, los vómitos, el dolor de cabeza intenso y otros pueden indicarnos que una persona está sufriendo una enfermedad cerebrovascular.
Las siglas F.A.S.T. (en inglés) también pueden ser de utilidad para identificar estos cuadros:
- FACE (cara). Pídale a la persona que sonría y observe si hay sim