La dirección de la Revolución, que en los últimos meses no tiene domicilio fijo dado lo mucho que se mueve por el territorio nacional, convoca a todos los ciudadanos, en especial aquellos que tengan «suficiente potencial científico, inteligencia, gente que sabe hacer», «a cambiar la situación económica del país».
Conscientes de que las visitas a provincias «son para ayudar, para acompañar, para pensar entre muchos cómo dar respuesta a los problemas que desafían a la Isla», los participantes tendrán como premisa tirarle un cabo al presidente, quien, en aras de no repetirse, ya no sabe qué otra cosa decir a su llegada a cada municipio.
Deberá enviarse cuanto antes un párrafo de unas pocas líneas que logre, en boca de nuestras autoridades, «hacer que las ideas constituyan rampas de lanzamiento desde las cuales transformar realidades», eso sí, evitando utilizar textos trillados que no tengan «el valor de quitar de la terminología del combate diario expresiones como ‘no se puede’, suprimir del esfuerzo diario toda frase que lleve al desánimo de los imposibles».
«Se sabe que la voluntad es una variable cardinal en eso de cambiar escenarios», de ahí que esperamos que la mayor