Hay que detenerse en una frase, que puede haber pasado “por debajo del radar”, por no profundizar en la forma de implementarse y para muchos no quedar claro en qué consistía la idea. Nos referimos al plan de “ desarrollar procesos negociadores con proveedores tradicionales y no tradicionales, para el abastecimiento estable de mercancías, con el empleo de diversas formas de participación, de amortización de pagos y deudas”.
Si la intención es que las empresas estatales cuenten con abastecimiento estable de materias primas y que puedan pagar por ellas, amortizando sus deudas corrientes y produciendo de forma ininterrumpida, no caben dudas de que es algo favorable. ¿Pero cómo se piensa lograr eso?
Pues todo parece indicar que se está aprendiendo de algunas de las prácticas que desarrollan las formas de gestión no estatal (FGNE), intentándose copiar en la medida de lo posible; lo que tampoco parece algo criticable o a descartar.
¿Y en qué consisten algunas de esas prácticas? Cuando una FGNE logra comercializar un producto a través de otra empresa extranjera, que coloca los productos a la venta en páginas de comercio electrónico, con pagos desde el exterior, las FGNE le solicitan a esa empresa extranjera que no le transfieran hacia Cuba el resultado de su venta. Lo que se intenta es que los fondos a favor de la FGNE, temporalmente queden en poder de la empresa intermediaria extranjera, para que esta última posteriormente pague adeudos de la FGNE con proveedores o fabricantes.
Una