Entre 2022 y 2023, jóvenes de al menos cuatro provincias cubanas intentaron ingresar en la Universidad Italiana de Calabria (Unical) a través de una beca completa para estudios de licenciatura y maestría. Algunos presentaron la solicitud de visado hasta tres veces y obtuvieron la misma respuesta, denegados.
El 30 de noviembre de 2022, varios solicitantes dirigieron un informe a la universidad que documentaba que unos 220 estudiantes cubanos habían sido aprobados en el año académico 2022/2023 en Unical —según listados de admitidos en diferentes disciplinas y grupos de WhatsApp creados por los jóvenes—. El documento contabilizó 86 estudiantes becarios sin visado hasta ese momento.
Una primera versión del informe lo enviaron a la Embajada de Italia en Cuba. Ante la falta de respuesta o de solución por parte de la instancia diplomática, los estudiantes decidieron compartirlo con la universidad y solicitar su intervención en el asunto. Tampoco obtuvieron los resultados deseados por esa vía.
Durante los últimos dos años, el patrón se ha repetido. El Consulado italiano deniega el visado a estudiantes bajo el argumento de «posible migrante», carente de recursos económicos o edad insuficiente para salir del país. Las causas de denegación contrastan con los requisitos establecidos para el visado de estudio que aparecen en la página de la institución, lo cual genera desinformación y angustia entre los solicitantes.
Michele Migliosi, segundo secretario y jefe de la Cancillería Consular, señaló —en respuesta a un correo electrónico de elTOQUE con preguntas sobre el visado de estudio— que la sección de visados de la Embajada de Italia en La Habana solamente tiene tres funcionarios y que cada año evalúa más de 7 400 solicitudes de visado (en general).
La mayoría de los aspirantes a la Unical provienen del Oriente de Cuba. Ello implica gastos y esfuerzos adicionales (solicitar permisos en sus centros de estudio o trabajo para realizar los trámites, viajar a La Habana y pagar rentas y comidas por varias semanas para presentar sus solicitudes; entre otras dificultades que se agravan en un país con un depauperado transporte público y precios signados por la inflación).
elTOQUE conversó con nueve aspirantes residentes en Holguín, Camagüey, Santiago de Cuba y La Habana. También fueron contactados algunos de los actuales estudiantes cubanos de la Unical, pero no quisieron ofrecer sus testimonios por temor a comprometer su estancia, con excepción de Alejandro*, un estudiante cubano que llegó a Italia en 2021.
Historias detrás de una aplicación y de un visado denegado
La mayoría de los aspirantes supieron de la oportunidad de estudio en Unical a través de amigos y familiares o por el grupo de Telegram El Becario Cubano. Coinciden en que tardaron alrededor de un año para reunir los requisitos y poder aplicar al programa académico en Italia. De igual forma, los costos de legalizar documentos oficiales, de las tasas a pagar de la universidad y de la embajada representaron un sacrificio para casi todas las familias. Sin embargo, aseguran, el paso más difícil fue la solicitud del visado de estudio.
Noel*, un santiaguero interesado en estudiar una ingeniería en Unical, comenzó a gestionar su aplicación en diciembre de 2022 y lo tuvo todo listo en octubre de 2023. Para él, lo más complicado fue realizar el TOLC —test online para el acceso a la universidad— por las dificultades de la conexión a Internet en Cuba. «La prueba tiene que realizarse en una laptop dentro de una habitación que debe cumplir ciertos requisitos. Se transmite, además, a través de una videoconferencia de Zoom para que los profesores verifiquen que no se cometa fraude», explica.
Pagó 30 euros —con apoyo de personas desde el exterior, porque el pago no se puede realizar desde Cuba— por el derecho a presentarse a un examen de 50 preguntas. Respondió 20 de matemática, diez de lógica, diez de ciencias y diez de comprensión verbal. El siguiente paso consistió en aplicar a la carrera, pagar una matrícula de 16 euros y finalmente optar por la beca de estudio. Noel ocupó el número 11 en la lista de aspirantes. El puesto le permitió obtener una beca. Quería estudiar Informática y consideraba la Unical un buen destino para sus propósitos.
Alberto*, un joven de 21 años del Oriente cubano, calcula que invirtió más de 40 000 pesos cubanos (entre 2022 y 2023) entre pagos de documentos, viajes a La Habana, gestiones de alimentación y alojamiento. George*, otro aplicante de 22 años, también residente en una de las provincias orientales, asegura que el monto de sus gastos excedió los 80 000 pesos cubanos.
Alberto* debía recibir una respuesta siete días después de entregar su expediente en el Consulado italiano. Sin embargo, al cumplirse el plazo, le indicaron que su caso se encontraba en revisión. Volvió varias veces, pero le dijeron que esperara una llamada telefónica. «No se tuvo en cuenta que soy de Santiago de Cuba, dato que consta en mi planilla de aplicación. Tenía los pasajes sacados según las fechas oficiales del procedimiento, pero ante la demora gasté más de lo previsto en transportación, alojamiento y comida», lamenta.
Tres semanas después supo que su visado había sido denegado. Para ese momento tampoco podía volver a presentarse porque las citas se habían agotado. Era noviembre de 2023 y el día 30 de ese mes la embajada cerraba la posibilidad de recepción de nuevas solicitudes.
La carta con la resolución de su caso señalaba la falta de requisitos como motivo de la denegación y se apoyaba en el artículo 4 del Decreto Interministerial 850/2011, del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano. Alberto había cumplido con la documentación requerida. El mencionado artículo se refiere a la responsabilidad de la representación diplomática o consular de evaluar «si el solicitante presenta un riesgo de inmigración ilegal y ofrece garantías adecuadas sobre la salida del territorio de los Estados miembros tras la expiración del visado solicitado». El artículo también precisa que si no se consideran auténticas ni fiables la documentación y las declaraciones de los solicitantes, la instancia se abstendrá de expedir el visado.
¿Cómo un aplicante puede probar la autenticidad de su solicitud? ¿Qué evidencias deberían presentarse contra el reiterado argumento de «probable migrante»? ¿Qué institución en Cuba responde o acompaña procesos de este tipo? Alberto quedó con muchas preguntas y sin respuestas.
Otro motivo de denegación, los medios económicos
Los padres también sienten el peso del esfuerzo no recompensado. Al principio, Rey* —padre de una de las aspirantes a la Unical—, creía que su hija perdía el tiempo porque pensaba que las becas en el extranjero solamente se conseguían con «palanca» y dinero. Cuando vio los resultados de su persistencia, decidió apoyarla. «Mi hija es estudiante, no trabaja. Tiene buenas calificaciones y sus intenciones son prepararse para el futuro. Tiene sueños y para los padres lo más importante es que nuestros hijos logren sus sueños», escribe en un mensaje de WhatsApp.
Que su hija quisiera estudiar y no emprender la travesía de Nicaragua a Estados Unidos, le daba tranquilidad. Con un salario mensual de 3 500 pesos cubanos, costear los gastos de legalización de documentos significaba un sacrificio para el padre y para la hija. Con ayuda de familiares y amigos lograron reunir lo que necesitaban y la joven ganó la beca de Unical.
Unos 800 estudiantes internacionales procedentes de 78 países viven en la actualidad en el campus de la Universidad de Calabria. El centro residencial reserva cada año 20 millones de euros que se desglosan en alrededor de 6 000 becas.
Las ayudas obtenidas por los cubanos en 2022 cubrían los costos de los estudios, el alojamiento en la residencia universitaria y la manutención. El importe ascendía a 7 081.40 euros al año, cantidad que supera la cifra de 6 079.45 euros (467.65 euros al mes) fijada por los servicios consulares de la Embajada de Italia para un año de estancia en el país europeo.
De acuerdo con la página web de la Embajada de Italia en La Habana, para obtener un visado de estudio el solicitante debe presentar, entre otras evidencias, los medios económicos para la manutención —según la Circular INPS 197 de 23.12.2021—. Demostrar solvencia económica es uno de los requerimientos más problemáticos y la justificación utilizada para múltiples denegaciones.
En el documento con los requerimientos del visado de estudio, la Embajada italiana aclara que el «requisito puede considerarse cumplido con la posesión de una beca adecuada y/o con los recursos propios, de los padres o de eventuales garantes residentes en Italia»; pero en la práctica la asignación de una beca no garantiza la obtención del visado.
Sin embargo, la hija de Rey fue denegada dos veces incluso cuando contaba con una beca. En la primera ocasión, por no presentar pruebas de solvencia económica.