Cuba detendrá, a partir del 15 de febrero, la compraventa de ganado mayor entre particulares, como parte de “un ejercicio de control a la posesión, uso y legalidad de la tierra y el ganado mayor”.
La medida responde a que el 1 de marzo, el Ministerio de la Agricultura (MINAG) iniciará un censo ganadero vacuno para actualizar el Registro Pecuario del país.
La auditoría se ordena en un contexto en que las cifras de mermas de la población ganadera son alarmantes en gran medida por el hurto y sacrificio de las reses.
A finales del pasado año, la Comisión Agroalimentaria informó a la Asamblea Nacional que en 2023 la pérdida en la masa ganadera por hurto y sacrificio ascendió a más de 155.000 cabezas.
En conversación con Martí Noticias, campesinos lamentaron la pasividad de la policía ante los robos de ganado y advirtieron que son cada vez más los que se deshacen de sus animales para no enfrentar los ataques de los cuatreros y las presiones de las autoridades por las pérdidas.
“No se trabaja como se debería trabajar, realmente. Eso es un mercado negro que no es tan amplio y por lo general la gente sabe quién la vende. A mí me robaron los bueyes, me robaron las vacas. Yo hice la denuncia y no pasó nada. Nadie fue al lugar de los hechos donde mataron a los animales; nadie fue a ver lo que me hicieron en el corral”, indicó Rogelio Pérez, un campesino de Alquízar, en la provincia de Artemisa.
El nuevo Código Penal castiga con entre cuatro y diez años de privación de libertad el delito principal de sacrificio, y aumentó de tres a seis meses de cárcel el límite mínimo de la sanción a imponer a quienes adquieran carne de ganado mayor sabiendo que proviene de un sacrificio ilegal.
A pesar de las campañas y operativos coordinados del Ministerio del Interior (MININT), las organizaciones oficialistas y brigadas de campesinos, en lugar de erradicarse, el delito florece con bastante impunidad.
“Sí cogen personas por hurto y sacrificio, pero cogen cinco y salen diez por la escasez de la carne. No hay ningún mercado que la provea, y es en bolsa negra por donde sale. Entonces, el del hurto y sacrificio es un negocio riesgoso, pero lucrativo. No es que la gente prefiera pagarla en bolsa negra, es que es la única forma de obtenerla”, precisó Pérez.
El aumento de cuatreros en las zonas rurales, algunos portando armas blancas o de fuego, obliga a los campesinos a custodiar constantemente a sus animales, además de