La Habana, 11 feb.- El mundo cambia a diario y el teatro tiene que fluir con las corrientes para sobrevivir, por ese motivo ha sido muy aceptado el microteatro y proliferado en muchos países, considera Patricia Rodda, promotora de ese arte en Cuba.
Más breve que el teatro habitual, en escenarios no convencionales y de menor escala, pero abierto a cualquier género, el microteatro es una forma innovadora de llegar al público, propia de los ritmos del siglo XXI, que apenas da sus primeros pasos en Cuba.
“Es un tipo de teatro en el que la representación tiene lugar en un espacio de tamaño reducido y, a menudo, no usado habitualmente como escenario de ningún tipo”, explica Rodda, quien tiene experiencia en la dirección y actuación en este formato.
Según destaca, el microteatro está pensado para un público de 20 personas y las obras duran mucho menos tiempo, alrededor 15 minutos, con tramas complejas, pero entendibles.
Una de las características esenciales del microteatro es que puede repetirse varias veces durante un día, por lo que públicos variados pueden disfrutar de las funciones, “que al tener ese carácter consecutivo mantiene siempre fresca la escena”.
El concepto microteatro, señala Rodda, es