PUERTO PADRE, Cuba.- Apoltronados unos, pomposos otros, enmascarados con discursos “humanistas”, “solidarios”, de “justicia social” que poca o ninguna relación tienen con sus poderes absolutos, con sus prebendas bochornosas, altos dirigentes políticos, gubernamentales, militares, policiales, de la administración pública y de las llamadas “organizaciones de masas”, apuestan por la continuidad del régimen, no por motivos ideológicos, sino utilitarios.
Es el castrocomunismo su medio de vida, “su negocio”, el que posibilita a ellos y sus familias y socios un nivel socioeconómico a la par de multimillonarios, o por lo menos de profesionales muy bien pagados en una economía de mercado, destrezas que la mayoría de ellos carecen para sobrevivir en una sociedad competitiva.
Pero al explorar la sociedad cubana, por el otro lado de las jerarquías y de los aprovechados en profusión, a la hora de adentrarnos por el camino de Cuba no deben desestimarse importantes capas ciudadanas; son personas jubilados unos y laboralmente activos otros, entre los que se encuentran obreros, campesinos, profesionales, dirigentes de base, todos de modesto pasar, incluso, muy pobres, que sin poder despojarse del adoctrinamiento unos y fieles a su ideología otros.
Sí creen en el socialismo y el comunismo y añoran a Fidel Castro y la época de las relaciones de Cuba con la extinta URSS. Aunque algunos, alejados del síndrome de Estocolmo, y precisamente no pocos, son muy críticos con los actuales dirigentes del PCC y del Estado, preguntándose muchas de estas personas y de forma pública ante hechos de corrupción rampante: “¿Dónde está el Partido?”
El pensamiento cívico
En otro panorama, también existen importantes corrientes de pensamiento cívico, donde discurren ideas de personas tanto civiles como militares, profesionales, académicos, obreros, algunos ex directivos importantes, otros actualmente en cargos de dirección intermedios, o simples empleados públicos y también campesinos y estudiantes universitarios, que es todo un abanico sociológico, aglutinado más que en lo político por un pensamiento de justicia social lógico, pragmático, que no forman un grupo de oposición ni ningún otro círculo, digamos, de amigos. Y quizás sea esto lo mejor, en tanto los salva de influencias que