Fidel en la Universidad de La Habana, 3 de septiembre de 2010. Foto: Ismael Francisco
Para Fidel Castro su etapa univeristaria fue fundamental en su formación política y la de sus compañeros. Les proporcionó el conocimiento y la comprensión de los problemas del pueblo, lo cual fue crucial para el éxito de la Revolución cubana. En uno de sus discursos explica:
“Porque fue precisamente en la universidad donde surgieron los hombres que han dirigido esta Revolución, (…) si bien académicamente no aprendimos todo lo que podíamos haber aprendido, sin embargo, fue para nosotros una gran escuela en el orden de la psicología humana, de la experiencia social, de la preparación para la lucha que más tarde habríamos de llevar adelante.
Tan así es, que muchas veces me he dicho a mí mismo: ¿Qué habría sido de esta obra, en la cual nos corresponde una parte importante de responsabilidad, sin la experiencia que hubimos de adquirir en la universidad? Muchas veces me he preguntado cuántos errores habríamos de cometer hoy sin la experiencia, sin el conocimiento de los problemas humanos que adquirimos en esta universidad. Y tengo la seguridad de que sin este ensayo habría sido muy posible nuestro fracaso, porque, al fin y al cabo, somos todos hombres jóvenes, que nunca habíamos estado en el gobierno, que nunca habíamos tenido estas tremendas responsabilidades. Y si bien es verdad que los hombres se crecen en determinadas circunstancias difíciles, aun así, nadie sabe si habríamos podido llegar, con todos los obstáculos que tenemos delante, si habríamos podido proseguir con éxito esta obra, sin aquel formidable aprendizaje que fue para nosotros la universidad. Nos enseñó de la vida, que vale tanto como saber de letras o saber de ciencias, porque hay hombres muy cultos, pero que viven en una torre de marfil; hay hombres muy cultos, que todo lo ignoran de la realidad humana.
Y es más: entiendo que la universidad nos humanizó, entiendo que aquí invertimos gran parte de esa energía primitiva, de esas pasiones un tanto primitivas también con que venimos al mundo”. (1)
Fidel con otros líderes estudiantiles en el Salón de los Mártires de la FEU tras el robo de la Campana de la Demajagua, que había traído de Manzanillo para un acto antigubernamental, el 6 de noviembre de 1947. Foto: Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado/ Sitio Fidel Soldado de las Ideas.
Con el triunfo de la Revolución cubana, se planteó la necesidad de garantizar que todos tuvieran acceso a tan importante nivel de enseñanza:
“En el pasado la universidad era una posibilidad fundamentalmente para los hijos de las familias ricas, para los hijos de la burguesía, de alguna pequeña burguesía, y excepcionalmente para jóvenes humildes del pueblo.
(…) Hoy nuestras ambiciones son mucho más amplias, nuestro pensamiento está puesto en metas más lejanas. Ya no pensamos en las universidades como algo diferente al pueblo, ya pensamos en las universidades como un objetivo del pueblo, de las masas; pensamos en una gigantesca universidad, pensamos en todo un pueblo estudiando”. (2)
Fidel Castro condujo a una serie de cambios importantes en el sistema educativo cubano con la creación de nuevas universidades y programas educativos accesible a todos, independientemente de su origen social o económico, y que debía estar comprometida con la transformación social. Defendiendo la idea de siempre vincularse a los centros de investigación de todo tipo:
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