LA HABANA, Cuba. – Con más incertidumbre que preocupación ha quedado Gabriel Vergara, quien tiene un auto de la era soviética con el que busca algún sostén para la casa. Ahora, a la difícil tarea de mantener en funcionamiento el ya deteriorado vehículo, se le ha sumado una nueva dificultad para su trabajo: el aumento del precio del combustible.
Pese a que la medida ha sido aplazada hasta que estén “creadas las condiciones”, según las autoridades del régimen cubano, la incertidumbre se cierne no solo sobre los conductores de vehículos, sino sobre la población en general, que teme el aumento exponencial de los precios del transporte de pasajeros.
“Para mí esto que harán, estas medidas para subir el precio del combustible, es la mayor falta de respeto posible con el pueblo. Van a subir el precio del combustible, y no el doble, sino cinco veces más”, comenta Vergara.
De acuerdo con las autoridades, el retraso de la entrada en vigor del aumento de precios del combustible se debe a “un incidente de ciberseguridad en los sistemas informáticos (…) cuyo origen se ha identificado en un virus desde el exterior”.
Según había anunciado el Gobierno, un litro de gasolina regular por el que se pagaban 25 pesos cubanos, costará 132 pesos después de la entrada en vigor de la medida, no se sabe cuándo. Este aumento, que forma parte de un paquete oficial de medidas económicas para, supuestamente, paliar la crisis en 2024, ha dejado a muchos preguntándose cómo afectará este cambio a su vida diaria y a la economía del país en general.
Con la justificación de que el aumento “tiene como objetivo comprar combustible” y generar ganancias “para seguir comprando”, así como “lograr un suministro estable”, el ministro de Energía y Minas del régimen cubano, Vicente de La O Levy, dio la noticia del aumento del precio del combustible en la televisión nacional.
El incremento del 528% también fue confirmado por el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, durante una comparecencia televisiva para asegurar que las nuevas medidas tenían como fin “reanimar” la economía cubana.
Para Miguel Alejandro Hayes, economista, divulgador e investigador independiente, “la justificación del Gobierno para el aumento de los precios es válida porque se está dando una dinámica mundial de guerras que encarece los combustibles. (…) La esencia es que el mundo está viviendo un proceso inflacionario con aumento de costos; así que el aumento sí tiene sentido desde el punto de vista de sostener la rentabilidad. Lo que está muy mal es cómo el Gobierno cubano hace frente a esa situación”.
“La destitución de[l ministro de Economía y Planificación] Alejandro Gil y compañía no responde a un cambio de proyección o u