Comenzamos nuestro podcast mostrando cómo los medios del sur de la Florida han mostrado a sus audiencias los recientes cambios de ministros en Cuba.
En uno de ellos, los comentaristas ignoran premeditamente las últimas líneas de la información oficial, donde se reconoce la consagración a la tarea y se anuncia que desempeñarán otras. Afirman que no se habló de nuevas responsabilidades y el término más suave que emplean para referirse a los cambios es “truene”.
Según Reinier Duardo, en esa tesitura se ha movido la cobertura del tema en todos los canales de Miami. Los mismos que suelen usar los peores epítetos y acusaciones contra los funcionarios cubanos, en cuanto son sustituidos, cambian el discurso agresivo por la burla de condolencia.
No para defenderlos, apuntó, porque nadie que trabaje por el país sería defendido por los enemigos del país, pero sí para decir que fueron víctimas del sistema y todo lo que pueda colgársele, utilizando los más feos métodos de ataque. Contra la persona y contra la Revolución.
Lo paradójico, apuntó Bárbara Betancourt, es que “analistas de pacotilla” como los del programa A fondo, del Canal 41, se la pasan reclamando cambios en Cuba y ante cualquier anuncio, de repente parecen guardianes de todo lo que ellos atacan cotidianamente. Lo cierto es que, esta vez, como pocas, ha sido público y notorio el reconocimiento al esfuerzo y la consagración, en momentos difíciles para la nación, de quienes fueron relevados de sus cargos. Así se refleja en el mensaje de Díaz Canel en X, que, además, ha sido respondido con palabras de mucha dignidad y altura por los