LA HABANA, Cuba. – La destitución abrupta de Alejandro Gil, precisamente cuando debía comenzar a implementarse el plan de subida de precios a los combustibles, fue suficiente para relacionar los dos eventos. Más cuando fue la viceministra primera de Economía, Mildrey Granadillo, evidentemente en una intervención televisiva apresurada (tanto por su proyección frente a las cámaras como por los cortes de edición tan chapuceros), quien salió a informar sobre la suspensión de la impopular medida, que elevaría los precios de los combustibles en poco más del 500 por ciento.
Esa parte el paquetazo (que además incluía los precios en el transporte, la activación de las nuevas tarjetas prepago y demás elementos asociados) sería pospuesta —es decir, no suspendida de manera definitiva— debido a un “ataque cibernético”, a un “incidente de ciberseguridad en los sistemas informáticos (…) cuyo origen se ha identificado en un virus desde el exterior”, de acuerdo con las palabras de la funcionaria.
Precisamente ese carácter “temporal” de la suspensión, más el hecho de que días antes el acceso a los servicios de CIMEX, a través de sus páginas web, estaba presentando graves dificultades —de acuerdo con los testimonios de usuarios, confirmados a CubaNet por fuentes asociadas a la corporación—, si no deja claro que la salida de Gil y el “virus informático” apenas fueran una “coincidencia”, al menos confirma que en realidad los servidores de Fincimex sí estaban bajo un problema cibernético y que, si bien no se ha dado la información completa, al menos no ha sido un pretexto infundado para justificar el aplazamiento parcial del paquetazo.
Sí hubo un ataque, al parecer, y aún (cuando se redactaba esta nota) los sitios de CIMEX continuaban dando error, ya con advertencias de “mantenimiento” o de imposibilidad de encontrar la dirección proporcionada. Así, en los días previos los usuarios de la financiera estuvieron reportando problemas de “autorización denegada” a sus cuentas, invalidez de los códigos captcha y números de clave, tanto como demora excesiva en la llegada de remesas, aunque esto último, a la par de la nula respuesta a las quejas de los clientes, son problemas que han caracterizado los servicios de FINCIMEX aun en los momentos en que funcionaba “normalmente”.
Basta con revisar los comentarios a las publicaciones de CIMEX en redes sociales para percatarnos de la montaña de quejas que se remontan más allá de noviembre de 2021, cuando la corporación reportó por vez primera un gran problema con los servidores, aunque en ese momento no reconociera estar bajo un “ataque cibernético”.
El 16 de noviembre de 2021 Fincimex informaba sobre el inesperado traslado de sus operaciones a un nuevo sitio web, cerrando