¿Quién necesita conferencias de prensa con intercambios civilizados, debates con políticos detrás de podios o discursos en una plaza cuando se tiene acceso instantáneo a plataformas digitales sin filtros y a la inteligencia artificial (IA)?
En México, audios generados con IA, que simulan voces de candidatos y líderes, se han colado ya en la política. Hace apenas una semana, electores demócratas escucharon en sus teléfonos móviles a Joseph Biden recomendarles no ir a votar en las primarias de New Hampshire. Luego se supo que la llamada automática era una imitación del también candidato a las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
El plagio de las voces es casi un juego infantil si se compara con las habilidades del Dilley Meme Team, un grupo contratado por Donald Trump para la campaña presidencial. Los videos falsos hiperrealistas que ellos producen arrasan con lo poco que quedaba de corrección política en la carrera hacia la Casa Blanca. Por ejemplo, en uno aparece una mujer semidesnuda con el rostro de la ex embajadora de las Naciones Unidas, Nikki Haley, que patea en la ingle a un hombre con la cara del Gobernador de Florida, Ron DeSantis. En otro se muestra a Casey DeSantis, la esposa del Gobernador, como una estrella porno.
Sin embargo, la guerra de contenidos zombis no empezó aquí. Hace seis meses el súper PAC Never Back Down, alineado con DeSantis, utilizó una versión generada por inteligencia artificial de la voz Trump en un anuncio de televisión. En otra publicidad una falsa Hillary Clinton aseguraba que le gusta el Gobernador de la Florida, porque “él es justo el tipo de persona que este país necesita, y lo digo en serio”.
La reacción del equipo de Trump no se hizo esperar. Antes del tercer debate presidencial republicano, publicaron un videoclip que imitaba las voces de s