La Isla de la Juventud acogió en 2023 el primer Festival Internacional de Cine y Medioambiente del Caribe Isla Verde, el primero de su tipo organizado por Formas de Gestión No Estatales (FNGE) en Cuba.
Creado en 2022 por el actor, realizador y artista plástico Jorge Perugorría (Pichy), organizado por Four Wives Cuba y apoyado por la Fundación Antonio Nuñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre (FANJ) y la Galería Taller Gorría, el certamen no nació solo. Un Proyecto de Desarrollo Local (PDL) de igual nombre se ocupa de garantizar, en su condición de programa medioambiental, que el interés que Isla Verde despierte entre los asistentes al Festival se prolongue más allá de los días que transcurren entre la inauguración y la clausura del evento.
Para eso, acciones de intervención medioambiental, talleres de formación y encuentros con emprendedores experimentados en el abordaje de la economía sostenible se mantienen activos durante todo el año en diversas localidades del municipio especial, hoy un espacio abierto a experiencias ecológicas incentivadas por los gestores del proyecto y la red institucional local.
Como PDL, Isla Verde se ha propuesto el desafío de “promover el despegue del desarrollo socioeconómico de la Isla sobre bases sostenibles, de modo que la gente sepa cómo vivirlo y ejecutarlo en el día a día”, comentó a OnCuba Yociel Marrero, Director de Programas en la FANJ y asesor del Festival.
Con objetivos comunes y planes de acción diferenciados, los dos brazos de Isla Verde, su Festival y el proyecto educativo, entre el 31 de mayo y el 5 de junio de 2023 presentaron un intenso programa de actividades a los pineros y demás asistentes.
Más de 15 conferencias sobre economía circular, cambio climático, seguridad alimentaria y temas afines, así como talleres sobre reciclaje y menstruación sostenible para adolescentes, integraron el programa, en paralelo a la muestra audiovisual.
Por aquellos días, la asistencia masiva y la participación de niños y jóvenes confirmó que los frutos de Isla Verde están más cercanos al futuro que al momento en que las acciones ocurren: “El contacto con los jóvenes de la Isla durante el programa de conferencias del año pasado nos inyectó energía para seguir haciendo este trabajo; fuimos testigos del nivel de conocimiento tan profundo que tienen las nuevas generaciones sobre la problemática ambiental”, apuntó Marrero, quien además participó como conferencista durante la primera edición del certamen y adelantó que una de las acciones de seguimiento en 2024 con los niños y adolescentes es la recuperación de los huertos escolares.
Segunda edición, el sueño crece
La segunda edición de Isla Verde ocurrirá entre el 21 y el 27 de abril próximo y tendrá carácter competitivo por primera vez. En paralelo, los organizadores esperan que el trabajo educativo articulado por el PDL homónimo siga estimulando a los pineros a emprender proyectos basados en la economía sostenible. Para ello, pretenden extenderse a localidades más aisladas, como Cocodrilo, una comunidad en el sur de la Isla, en la parcela del territorio pinero considerada Reserva Nacional.
“Como Isla Verde no venimos a solucionar nada, sino a fortalecer e impulsar lo que los pineros pueden y quieren hacer. La Isla tiene potencialidades para hacer turismo, pesca, senderismo, pero además es el lugar perfecto para experimentar las buenas ideas que puedan surgir en cuanto a las acciones de desarrollo medioambiental”, apuntó Marrero.
Próximos al cierre de la convocatoria para la recepción de obras, OnCuba conversó con Jorge Perugorría, quien ahondó en las metas y próximos pasos del programa.
El realizador y creador del evento celebró la participación del sector privado cubano en la continuidad tanto del Festival como del proyecto de educación ambiental con el que este se articula, anunció la presencia de una Premio Nobel de la Paz en el evento y, además, nos adelantó que la convocatoria se extenderá hasta el 16 de febrero.
¿Cómo, por qué y para qué surge el Festival?
Surge a partir de mi propia relación con el tema del medioambiente. Cada vez somos más conscientes de la necesidad que tenemos de hacer algo por el tema ambiental, y desde pequeño siempre he tenido un amor especial por la naturaleza. Me crié prácticamente en el campo y para mí la relación con la naturaleza es muy importante. Eso terminó por sensibilizarme y fue lo que me llevó a dirigir, en 2021, el documental Los Jardines de la Reina, filmado precisamente en la reserva de mismo nombre.
Durante el rodaje entrevisté al grupo de científicos que monitorean la región y pude ver los resultados que han logrado desde que la zona fuera declarada Reserva Nacional en 2010. Fui testigo de cómo aumentó la cantidad de tiburones y peces, de la limpieza del agua y de cómo las acciones de conservación impactan incluso en la regeneración y conservación de los corales y las barreras coralinas. Fue una experiencia enriquecedora; me hizo ganar conciencia en cuanto a ese tema y motivarme.
Por entonces uno de los productores del documental, el Fondo de Defensa Medioambiental de Estados Unidos (EDF, por sus siglas en inglés) me propuso hacer otro audiovisual de tema similar y se me ocurrió que, en vez de eso, podíamos crear un festival. Yo conocía el impacto local que puede tener un evento cultural como el que es hoy Isla Verde a partir de la experiencia que tenía con el Festival de Cine de Gibara.