Para hablar de la Asamblea de Cineastas Cubanos es pertinente una conversación que incluya varias voces. En este nuevo audio, además de Gustavo Arcos, están con nosotros otros miembros más del grupo de representantes de la Asamblea, dos mujeres en este caso, ambas productoras: Rosa María Rodríguez y Katherine T. Gavilán. Ariel Camejo, que me acompaña como Virgilio en el purgatorio, se encarga esta vez de iniciar este encuentro en torno a la creación cultural en Cuba y el control ministerial sobre los artistas y la ciudadanía en general.
Ariel Camejo: Buen día para todos y buena tarde para los que estamos de este lado del Atlántico. Conversaba con Alejandra por la mañana, pensando sobre todo en una pregunta que pudiera ser motivadora para el diálogo. Y le decía que una de las preocupaciones centrales que está en la agenda también de la Asamblea de Cineastas, tiene que ver con cómo se está pensando ya también en un futuro otro para las instituciones que tienen que ver con el mundo de la cultura y de la producción artística de manera general. Cómo pensar la institución en un mundo en el que ya esas instituciones no tienen que ser necesariamente un correlato de la gran política del Estado y que tienen que ocuparse también de implementar políticas en minúsculas, orientadas al desarrollo de un sector específico como la creación artística y la producción cultural, de manera general. Y esas instituciones no pueden estar atadas, creo yo, a una dinámica excesivamente burocrática. Yo creo que en el caso específico de la Asamblea, por ejemplo, el gobierno cubano deja muy claro que la institución se piensa como un correlato del Estado y, por lo tanto, son sus funcionarios los que pueden tomar decisiones, más allá de lo que puedan pensar los creadores, los productores, en fin, el público también de manera general.
Ariel Camejo / Foto:
Hypermedia Magazine
Creo que ahí hay una trampa en la que habría que pensar, ¿no? ¿Cuál es el futuro de esas nuevas instituciones y cómo van a insertarse también en un panorama como el cubano, que ya está —de esto conversamos también Alejandra y yo previamente—, fuera de la pauta del socialismo? El socialismo sigue siendo un relato teóricamente posible, pero que en la práctica se encuentra con muchas zonas de la realidad que contradicen constantemente la idea de un Estado socialista: una sociedad fragmentada en clases, fragmentada en términos de acceso a determinados bienes y servicios, y en la que incluso las grandes conquistas de la revolución, la educación, la salud, son hoy privativas, ¿no? Lo son ya por cuestiones internas, externas, todos sabemos que son múltiples los factores que convergen ahí.
Por tanto, creo que lo que está en la zona de discusión es cómo se van a concebir esas instituciones de manera que respondan a una realidad cada vez más compleja, a un sentido de lo cubano que no se produce hoy solamente en Cuba, que no necesariamente tiene que ser complaciente con un relato de la ideología tradicional, y que tiene que comenzar a ver cuestiones específicas como la comercialización, la inserción en mercados globales de circulación, de producción, en fin. Entonces, iría por ahí la pregunta o el tema, ¿cómo pensar un nuevo tipo de institución más democrática en el sentido de incorporar más voces también, pero más abierta también a los fenómenos de la contemporaneidad?
Katherine T. Galván: Hola Alejandra, gracias a ti y a la provocación de Ariel y su pregunta, su reflexión. Con respecto al tema de las instituciones en sí mismas y cómo repensarlas a ellas, en lo personal, yo creo y defiendo la idea de la existencia de las instituciones porque son un espacio de servicio a gremios, a comunidades artísticas; funciona así en el mundo entero. Pero creo que nuestro reto, y creo que la mirada que hemos tenido que asumir desde la no legitimidad del gobierno hacia nosotros como comunidad y como, digamos, asociación que no lo somos de manera legal, radica en la oportunidad de ocupar esos espacios a los que hacías referencia al final de tu pregunta, cuando hablabas de cómo insertarnos en un mercado cada vez más global, cada vez más múltiple, cada vez más diverso (el término diverso me lo repensaría), pero sí, se trata de un mercado o un espacio en el que los más jóvenes hemos tenido más contacto con herramientas y maneras de producir.
Katherine T. Gavilán / Tomada del Facebook de la entrevistada
Por citarte solo un ejemplo: después de un encuentro que organizó la Embajada de Francia en Madrid con los cineastas que estábamos en ese momento en España, al cual vinieron productores, distribuidores y directores de varios países, posterior a ese encuentro, creamos la posibilidad de pensar una asociación internacional de cubanos cineastas en la diáspora. Y recuerdo que en las reuniones que preparé con algunos de los colegas que estaban, por ejemplo, viviendo en los Estados Unidos, uno de ellos me comentaba de un marcado interés por plataformas muy grandes de producción y distribución y de streaming, que estaban muy interesadas en contenido caribeño, contenido latinoamericano, contenido cubano, pero que sencillamente la creación de esos contenidos no pasaba elementos tan básicos como el formato. Es decir, determinados contenidos no podían acceder ahí o no les interesaba por una cuestión de formato, no de contenido. Ese ejemplo es uno de tantos que te podemos poner, no solo yo, sino cualquiera de los colegas que estamos en este espacio, y creo que sí hay una oportunidad muy grande de ocupar, de crear ese camino que incluya, que abrace, que responda por los intereses comunes de este gremio de cineastas cubanos, dondequiera que estemos, y que la Asamblea eso lo está intentando hacer. Yo creo que nos queda un camino larguísimo por delante, que tenemos como reto definir cuáles son las estrategias que vamos a tomar para que el agotamiento no nos venza y para que esa no legitimidad no nos desanime.
Alejandra Aguirre: Buenos días a todos y gracias, Ariel, por ser el maestro de ceremonia que abre hoy la conversación. Muchas gracias también, Kathy, por tu respuesta, que hablando de instituciones y de anquilosamiento nos abre una ventana a un mundo que está más allá de ellas, ¿verdad? Imagino que tanto Rosa María como Gustavo van a añadir algo más a esta pregunta de Ariel, quizá situándonos un poco más desde Cuba, ¿no? La relación de los creadores con las instituciones dentro de Cuba.
Rosa María Rodríguez: Buen día a todos y todas. Yo creo no es de su interés romper los esquemas que tienen establecidos hasta